Una cadena de donantes, eso le pidió Justina Lo Cane a sus papás como último deseo. Pese a que el corazón que esperó durante cuatro meses no llegó a tiempo, ella quiso que su caso desencadenara en una cruzada solidaria para personas con historias parecidas a las suya. Entonces, la propuesta -que actualmente lideran Ezequiel y Paola- es que hombres y mujeres de todas las edades se registren como donantes en el Incucai e inviten a otras 7 personas a que sigan sus pasos. El momento clave es este sábado 9 de diciembre, día en que Justina habría cumplido los 13 años. "Recuerdo ese 9 de agosto cuando a Justina le preguntamos qué quería hacer, cómo quería que pidiéramos por ella. Sus palabra fueron claras: ‘Ayudemos a todos los que podamos, Papi’. Lo pidió con esa mirada plena de alegría y bondad, con esa naturalidad fresca. Por ese deseo de Justina estamos acá. Ella nos guía e inspira todos los días”, confió Ezequiel en diálogo con Clarín. Y pidió que la campaña #MultiplicateX7 continúe pasado el fin de semana, porque tanto él como su esposa le prometieron a su hija mayor no bajar los brazos. "El proceso es muy doloroso. La incertidumbre de saber si lleva el órgano o no, es un angustiante. Por eso, tenemos planeadas actividades relacionadas al tema que les iremos contando de a poco. Por suerte, se van sumando voluntarios y traen ideas, energía positiva", detalló el papá de Justina, y enumeró a las familias que hoy acompañan. "Santy, Zoe, Delfina, Maria, Pietro, Sandra, Santi... y te podría seguir dando más nombres, están todos publicados en nuestro Facebook. Queremos que ellos tengan que preocuparse por estar con sus seres queridos y, nosotros, ayudarlos a pedir más", explicó. Mientas tanto, los días sin Justina se sienten. "Se la extraña mucho. Ceferino (8) y Cipriano (6), sus hermanos menores, nos dan fuerza para seguir. También la familia y los amigos nos contienen. Todos los que se acercan nos regalan y devuelven un poco de nuestra hija. Eso a la vez nos ayuda a tenerla presente, y no solo en el recuerdo", resumió Ezequiel. La donación en cifras. Pese a que la lista del Incucai es larga (hay unas 11.000 personas a la espera), este año hubo un récord histórico de inscripciones en el país. Según datos oficiales, 126.271 personas manifestaron su voluntad de donar sus órganos, marca que supera los 30.000 de 2016. Otro dato alentador es que, hasta la última actualización a fines de noviembre, se superó la cantidad de trasplantados en comparación con el año anterior: 1.326 intervenciones contra 1.273. En el caso de los donantes, en todo 2016 fueron 515 donantes, y este 2017 ya cuenta con 532. La historia de Justina. La "Leona", como la llamaban en su casa, sufría una cardiopatía severa que le habían descubierto cuando tenía un año y medio. Durante 11 años siguió un tratamiento con medicación y controles. Pero en julio último la situación alcanzó su límite e ingresó a la lista de espera del Incucai. Los primeros días de septiembre fue internada de urgencia en la terapia intensiva de la Fundación Favaloro y, 48 horas después, cuando todos su órganos se descompensaron, la adolescente debió ser conectada a un ECMO -soporte cardíaco y respiratorio-. Durante todo el proceso en la Favaloro, Justina atravesó más de 10 operativos (posibilidades de recibir un corazones). Sin embargo, ninguno pudo concretarse por la necesidad de otros pacientes de mayor gravedad y por falta de compatibilidad. El 19 de noviembre, la familia posteó en las redes sociales que su estado era "crítico" y, en la mañana del 22, un parte médico anunció la triste noticia de su muerte. "Se nos fue el sol", anunciaron sus allegados. Otros casos.
Justina: en el día de su cumpleaños, sus papás hacen una "cadena de donantes"
Hay que inscribirse en el Incucai e invitar a otras 7 personas. La creadora fue esta nena que falleció a la espera de un corazón.