El gesto de sorpresa de Enrique Balbi al subir a su atril lo dijo todo. Por primera vez desde que desapareció el ARA San Juan, el vocero de la Armada Argentina no tuvo que enfrentarse al asedio de las cámaras y los micrófonos: sólo tres periodistas participaron este mediodía de la habitual conferencia donde se brindan las novedades de la búsqueda del submarino, que ni siquiera fue transmitida en vivo por televisión. Las razones de esta brusca caída en el interés de los medios en el caso del buque perdido tiene que ver con lo que sucedía del otro lado de la calle, justo enfrente del edificio Libertad. Allí, en los tribunales federales de Comodoro Py, el juez Claudio Bonadio había ordenado horas antes varias detenciones de alto impacto político en la causa que investiga el presunto encubrimiento del atentado a la AMIA. Con apenas tres medios (entre los que se encontraba Clarín) presentes en el lugar, la conferencia de prensa de Balbi, que no arrojó demasiadas novedades respecto al operativo de búsqueda, duró menos de 15 minutos. Otro hecho llamativo es que, por primera vez en tres semanas, la rueda de prensa del portavoz de la Armada no fue televisada en vivo. Esto ni siquiera había sucedido el último viernes durante el sorteo de los grupos del Mundial de Rusia 2018, que coincidió con la emisión del parte.
