El senador radical Angel Rozas acusó ayer al juez federal Daniel Rafecas de haber dictado una "sentencia fraudulenta" cuando desestimó la denuncia del fallecido fiscal Alberto Nisman contra la ex presidente Cristina Kirchner por la firma del memorándum con Irán y que el objetivo del magistrado fue "favorecer a los más altos funcionarios públicos de ese momento". Así lo sostuvo el senador en dictamen de 63 páginas al que accedió Infobae y que presentó en la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo de la Magistratura de la Nación, el órgano encargado de la acusación y selección de jueces nacionales y federales. Rozas pidió que Rafecas sea citado a dar explicaciones, lo que será tratado mañana en la Comisión. La acusación del legislador nacional cuenta con el aval del gobierno de Mauricio Macri y es el paso previo a que luego el Consejo resuelva si envía al magistrado a juicio político o rechaza la imputación. Rafecas rechaza la acusación y sostiene que se trata de un típico caso de contenido de sentencia sobre lo que el Consejo no puede avanzar porque afectaría la independencia de los jueces. "Estoy tranquilo", le dijo el juez a un allegado. Con el pedido de citación, el macrismo dio el primer paso para avanzar sobre Rafecas pero ahora se abre una disputa política: conseguir los nueve votos que se requieren para enviar a un jury a un juez. El panorama para el oficialismo es complejo porque, por ahora, los jueces que integran el Consejo dudan de la acusación contra el juez. Rafecas desestimó el 26 de febrero de 2015 la denuncia de Nisman por considerar que no había delito. Nisman denunció a Cristina Kirchner, al entonces canciller Héctor Timerman y otros funcionarios y allegados al gobierno de encubrir a los acusados del atentado a la AMIA con la firma del memorándum de entendimiento con Irán que buscaba destrabar la causa penal en la que ex funcionarios iraníes están acusados de perpetrar el atentado. Cuatro días después de presentar la denuncia Nisman fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza en su departamento de Puerto Madero. Los diputados de Cambiemos Elisa Carrió y Waldo Wolff denunciaron en el Consejo a Rafecas por haber cerrado la denuncia sin realizar prueba -cuando el fiscal Gerardo Pollicita había pedido unas 50 medidas– como una maniobra intencional para beneficiar a Cristina Kirchner. El caso quedó a cargo de Rozas que ayer presentó su dictamen. Acusó a Rafecas de cinco cargos: insuficiente actividad procesal. No producción de pruebas; análisis parcializado de la prueba; falta o insuficiente fundamentación; argumentación falsa y manifestaciones políticas improcedentes; e inusual premura en la resolución del caso. El senador señaló que el juez "incumplió con el deber de investigar los hechos" cuando el fiscal Pollicita fundamentó su pedido de investigar la denuncia y solicitó medidas de prueba y que desestimó el caso con "una premura inhabitual y mediante un acto infundado resultando a todas luces arbitrario". El dictamen acusatorio cita algunos ejemplos de por qué entiende que la sentencia fue arbitraria e infundada. Señala que Rafecas usó un argumento político como fue sostener que las políticas de Cristina Kirchner sobre el atentado a la AMIA "han guardado una notable coherencia en punto a la persecución de los fines de verdad y justicia respecto del atentado a la AMIA". "El juez no debe volcar opiniones personales ni manifestaciones políticas en sus fallos, en los que sólo debe remitirse a los hechos y el derecho aplicable", sostuvo Rozas. También que Rafecas utilizó en su argumentación dos dictámenes contradictorios que Nisman dejó firmados. En uno criticaba el memorándum con Irán y en otro lo respaldaba. Para la acusación son "dos documentos que nada tienen que ver con la denuncia". Rozas usó para fundamentar la acusación que el día que Rafecas desestimó la denuncia citó a su despacho a los dirigentes de la comunidad judía Wolff, Julio Schlosser y Jorge Knoblovitz para informarlos de la decisión que iba a tomar. Para el senador fue "una reunión atípica con personas que no tenían vinculación con la denuncia". Los dirigentes declararon en el Consejo que Rafecas les dijo que Nisman tenía problemas psiquiátricos. Al juez también se le acusó que haya llamado por teléfono a Wolff para reprocharle las críticas públicas que le hacía. Por último, la acusación señala que Rafecas dio una entrevista periodística en la que "hizo especulaciones públicas en torno a la voluntad no emitida de los actuales integrantes del Consejo de la Magistratura sobre el resultado de este proceso". La acusación se sostiene en gran medida en el fallo de la Cámara Federal de Casación Penal que en diciembre del año pasado ordenó investigar la denuncia de Nisman y apartó a Rafecas. El caso quedó a cargo del juez Claudio Bonadio que ya indagó como acusados a Cristina Kirchner, Timerman y el resto de los imputados. "Podemos afirmar que el Dr. Daniel Eduardo Rafecas ha dictado la sentencia con arbitrariedad intencional, con fundamentos aparentes y con la finalidad de favorecer a los más altos funcionarios públicos de ese momento, constituyendo una verdadera sentencia fraudulenta (con forma de sentencia pero con contenido falso y direccionado a la obtención de un fin distinto a la obtención de la verdad y la realización de lo justo) y pasible de reproche por parte de este Consejo de la Magistratura", concluyó Rozas en su dictamen. "No está preocupado" Rafecas tomó la acusación con tranquilidad, le dijo a Infobae un allegado al juez. "No está preocupado porque es un claro caso de contenido de sentencia sobre la que el Consejo no puede avanzar", explicó la fuente. El juez ya hizo tres descargos en el Consejo en los que rechazó la acusación. Rafecas sostuvo en esas presentaciones que su fallo está fundamentado y que fue avalado tanto por la Cámara Federal como por el fiscal de Casación Javier De Luca. El magistrado señala que en la denuncia de Nisman no había ningún ilícito para investigar porque el memorándum nunca se puso en práctica y porque las alertas rojas de detención sobre los iraníes nunca estuvieron en riesgo ya que así lo sostuvo el propio titular del organismo, Ronald Noble. También negó que haya dicho que Nisman tenía problemas psiquiátricos y que la reunión con los dirigentes de la comunidad fue un gesto de cortesía ante una resolución trascendente que iba a tomar. Además, señaló que los dictámenes que Nisman dejó firmados no fueron prueba que usó que rechazar la denuncia, sino que los citó para marcar una contradicción en la postura del fiscal. La decisión del Consejo El dictamen de Rozas ya está en manos de los integrantes de la Comisión de Disciplina y Acusación del Consejo. El primer paso será este jueves cuando la Comisión resuelva si cita a Rafecas para que de explicaciones de la acusación. Para que la citación sea aprobada se necesitan los votos de cinco de sus nueve integrantes de la Comisión. Son Rozas, los diputados Gustavo Valdes (UCR) y Pablo Tonelli (PRO), el senador del FpV-PJ Mario Pais, los jueces Luis María Cabral y Leónidas Moldes, el abogado Miguel Pidecasas, el representante de los académicos Jorge Candis, el representante del Poder Ejecutivo Juan Mahiques. Para lograr la citación el macrismo no tendría problemas. Si eso ocurre, se pondrá una fecha para que Rafecas haga su descargo que puede ser en persona ante la Comisión o por escrito. Luego de la respuesta del juez el Consejo deberá decidir si avanza con la acusación y manda a juicio o si la rechaza. Allí el panorama político se complejiza. Para enviar a un jury a un juez se requieren los votos de nueve de los 13 integrantes del Consejo. El bloque del macrismo y sus aliados son ocho. Pero algunos de ellos dudan de la acusación porque entienden que podría tratarse de un caso de contenido de sentencia. Los que hoy más dudan son los jueces que tienen tres representantes en el Consejo. Son Cabral, Moldes y Gabriela Vázquez, quien suele votar en sintonía con el kirchnerismo. "Hay que leer bien la acusación", sostiene algunos consejeros. Otros dicen que todavía no empezó la temporada de juntar los votos. Rafecas mira de cerca los votos y cree que no están para mandarlo a juicio político. Lo que no niegan en el oficialismo es que el avance contra Rafecas tiene también un fundamento más político. Señalan que el juez tiene afinidad con el kirchnerismo y ese es un argumento no es menor. A eso se suma que el radicalismo tiene un especial encono con el juez porque fue quien envió al ex presidente Fernando De la Rúa a juicio oral por el caso de las coimas en el Senado, donde fue sobreseído. Por ese caso Rafecas también fue denunciado en el Consejo por mal desempeño y la acusación fue desestimada porque en ese momento el organismo –con mayoría kirchnerista– entendió que se trataba de un caso de contenido de sentencia sobre el que no podía avanzar. Rafecas mira especialmente a los consejeros Tonelli y Mahiques, los representantes puros del macrismo en el Consejo. Si ellos votan por la citación, el juez lo entiende como un gesto del gobierno de Macri en su contra. Hay una circunstancia que apura el caso. El reglamento del Consejo señala que las denuncias contra los jueces no pueden estar más de tres años abiertas. Llegado ese límite se debe tomar una decisión. Para el caso de la acusación por el fallo de Nisman ese plazo de tres años vence en marzo del año que viene. El año se está terminando y enero es un mes de receso por la feria judicial. "Están mostrando que quieren hacer algo", le dijo a este medio un consejero que integra el bloque oficialista. La destitución la semana pasada del camarista federal Eduardo Freiler es un impulso político para el gobierno en su idea de avanzar contra algunos jueces federales. El próximo en la lista es Rafecas. Mañana se comenzará a jugar el partido. LEA MÁS: Después de Freiler, el macrismo va por la acusación contra Rafecas Ariel Lijo y Daniel Rafecas respondieron a la acusación de "cajonear" causas por corrupción
Denuncia de Nisman: el macrismo acusó al juez Daniel Rafecas de dictar una "sentencia fraudulenta"
El senador radical Rozas pidió que el magistrado sea citado a dar explicaciones. Sostuvo que quiso “favorecer a los más altos funcionarios públicos de ese momento”. Rafecas ya sentó su posición y cree que no están los votos para mandarlo a juicio político