hay una tormenta en el vientre de la democracia un remolino negro que sube por el esternón una voz estrangulada, un grito de Munch, una pintura de épocas nefastas, un fascismo sepia hay una perplejidad de espanto en las plazas consternación y silencio con un murmullo adentro de intrepidez todavía ausente, abulia de estatuas, algún pájaro en las almas una república apaleada al pie de una pirámide en los mentideros de los kioskos de diarios en las falacias del balcón procaz del baile en el callejón de la justicia custodiado por verdugos gime detrás de los barrotes el discurso de la libertad hipócritas celebran la misa sin milagro, .............. (milagro es Milagro) empinan el cáliz del vino coagulado en los labios, ofrecen, como hostias, sus monedas de oro (es un tiempo infame, sí, pero están los abrazos, los urgentes de ahora, los de siempre en más, y convocan los himnos, la marcha en diagonal caemos en la plaza todavía esperanzados)
el grito
hay una tormenta en el vientre de la democracia un remolino negro que sube por el esternón una voz e…