Aníbal Fernández salió a hablar esta mañana del escándalo del FIFAgate y de las declaraciones de Pablo Paladino, que apuntó a Cristina Kirchner, su hijo Máximo y Carlos Zannini de tomar las decisiones en torno al Fútbol Para Todos con Julio Grondona. "Seguramente se ha reunido con Cristina (Grondona), pero no la veo resolviendo estos temas", expresó en diálogo con radio Del Plata. Además, despegó a Máximo Kirchner del tema y señaló al ex secretario de Legal y Técnica: "Siempre se resolvió con Zannini, igual que con actualizaciones, esas cosas siempre se discutía con Zannini". Paladino, según el propio Fernández hombre de su "absolutísima confianza", contó esta mañana que como coordinador del FpT nunca tomó decisiones. "Zannini, Máximo Kirchner, Cristina Kirchner, eran los que se sentaban con Grondona y discutían; jamás nosotros discutíamos las cuestiones operativas", expresó en FM Radio Con Vos. Lo hizo tras la denuncia de Alejandro Burzaco de haberle pagado coimas por 4 millones de dólares. Por su parte, Fernández salió a minimizar la denuncia del ex CEO de Torneos y Competencias (2006-2015), declaró en un Tribunal de Nueva York por el llamado FIFA-Gate. El ex candidato a gobernador también habló de la dura carta que publicó en Facebook contra Cristina Kirchner, a la que critica la estrategia utilizada en las últimas elecciones y el lugar que se le dio al peronismo. "Lo que dije es lo que siento", resumió el ex jefe de Gabinete kirchnerista, en diálogo con el programa de Daniel Tognetti por radio Del Plata. Y agregó: "Lo escribí, lo revisé y revisé y me pareció que no había una sola coma de agravio, falta de respeto y la publiqué". Pese a la crítica, el ex funcionario volvió a remarcar que la ex presidenta "es el mejor cuadro de los últimos 50 años y es la única que puede revertir este lío". "Tengo que mirar para adentro y hay un montón de compañeros que están disgustados, hay que trabajar, hay que conquistar, enamorar para que vuelvan a trabajar; y como no encuentro lugar para poder discutirlas, lo digo de la manera que puedo, sin faltar el respeto", sentenció. Reconoció que "hace un montón" que no habla con la senadora electa de Unidad Ciudadana. Y agregó que "a nadie le debe haber gustado la carta" y que con su publicación firmó el "parte de defunción" en la nueva agrupación política. "Intenté hablar 500 veces con un montón de compañeros", pero que "no te dan bola", remató. Ayer, la carta del ex ministro todoterreno del kirchnerismo sorprendió por su grado inusual de crítica hacia el armado político de las últimas elecciones, que en la provincia de Buenos Aires sufrió una nueva derrota ante el candidato de Cambiemos, Esteban Bullrich. Sin nombrar a Unidad Ciudadana el ex funcionario se refiere a las nuevas construcciones políticas como “partiduchos” sin “densidad ni la carnadura y textura del Movimiento Nacional”, y protesta: “¿Será que el Peronismo no ha sido invitado a esta cita? ¿Qué digo invitado? Ha sido, más bien, des-invitado”, escribió en la misiva. "Si no somos capaces de hacerle ver a la gente que han comprado a través de mentiras de este Gobierno las porquerías que están haciendo, estamos equivocando el viscachazo, hay que ponerse al frente de esa discusión y eso no se hace con Unidad Ciudadana, se hace con una propuesta de fondo y siento que no es lo que estamos haciendo", afirmó en su particular estilo verborrágico. Aunque insistió en que no se va del espacio político, que sigue creyendo en Cristina Kirchner y que no tiene un problema personal con ella. Una vez, sin nombrarlos también, criticó a los supuestos "traidores" y el error de la ex jefa de Estado de "tratar de arrimar a tipos que le han hecho tanto daño al peronismo", en referencia a Julián Domínguez. En el marco de la "construcción política que se viene", también le tiró por elevación a los dirigentes "que están asumiendo roles y no tienen estatura para poder hacerlo".
