Política

Agobiado frente a su hija, Alejandro Vandenbroele contará absolutamente todo

Tras dudarlo y pensarlo, Alejandro Vandenbroele se comprometió a hablar de Boudou, Cristina y el banquero Brito. La detención de Núñez Carmona, clave.

Alejandro Paul Vandenbroele, cuarenta y ocho años cumplidos el nueve de mayo pasado, es padre de Poline, de nueve, a quien dice amar con todo su corazón a pesar de las peleas injustas y las amenazas que le hizo sufrir a su mamá, su ex esposa y principal denunciante en los tribunales, Laura Muñoz. Vandenbroele tiene tres hermanos, Walter, Marilú y Joske. Quienes formaron esa familia aun viven y son matrimonio: Lucrecia Beatriz Guadalupe Escaray y Hugo Jorge Vandenbroele, quien le legó a sus herederos la sangre y la ciudadanía belga, originada en la ciudad de Wilrijk, donde cada cuatro años se celebra el inexplicable festival de la cabra. Con casa en un country de Chacras de Coria, Mendoza, abogado, Vandenbroele se desfiguró su rostro en un accidente de auto que tuvo de joven, y por el que vivió varios meses en un hospital. Chocó de frente contra un árbol. Manejaba él. Vivió en España y los Estados Unidos. Vandenbroele padre crió a su clan en una casa importante que se levantaba dentro del predio de enormes dimensiones en Longchamps, en el sur del conurbano bonaerense, dentro de una propiedad de la empresa de la que él era gerente general, AGFA. Vandenbroele hijo pasó meses viviendo de joven en la ciudad natal de su línea materna, Mar del Plata, allí donde conoció al socio y mejor amigo de Amado Boudou, el millonario súbito José María Núñez Carmona. Éste último fue pareja de una de sus primas, Guadalupe Escaray, designada por el ex vice como jefa regional de ANSES Mar del Plata. Desde el 2012, gracias a la valentía de la denunciante Muñoz -y al impulso del primer fiscal de la causa, Carlos Rívolo- Vandenbroele es investigado por la Justicia por ser un posible testaferro de Boudou. Ese pasado es la parte de su vida que podrá revivir sin que nadie la controle, solo él a través de su memoria. Desde ayer, Vandenbroele ya no tiene forma de elegir cómo vivir. Después de entrevistarse con el fiscal de la causa Ciccone, Jorge Di Lello, Vandenbroele aceptó un acuerdo para declarar como “arrepentido” en ese caso de corrupción: pasó a ser parte del Programa de Protección de Testigos. Vivirá rodeado de policías y su domicilio será un enigma para la opinión pública e incluso para sus amigos y parientes. Clarín está en condiciones de afirmar, gracias a fuentes judiciales, que Vandenbroele le aseguró a Di Lello algo que deberá ratificar en una próxima declaración judicial: “Voy a contar todo sobre Ciccone y Boudou”, le dijo, de forma casi textual, a esa autoridad judicial. “Todo”, es eso, todo. ¿De dónde provino el dinero que financió la puesta en marcha de la fábrica de billetes que dirigió por orden de Boudou? ¿Está el banquero Jorge Brito involucrado en esa parte del a historia? ¿Cuánto de todo ese negocio estaba en conocimiento de Néstor, Cristina y Máximo Kirchner? Vandenbroele ya no tiene vuelta atrás, por varias razones. Ya había intentado negociar con el Gobierno su arrepentemiento. Después desapareció y no volvió a sugerir que haría lo que hizo ayer. Tras pensar sobre su situación procesal durante años, y de negar cualquier tipo de respuesta ante la prensa sobre sus vínculos con Boudou, Núñez Carmona, y del modo en el que se transformó en la cara más visible de la compra presuntamente ilegal que realizó en nombre de Boudou de la imprenta privada de billetes Ciccone, ayer se presentó ante Di Lello y dijo “Voy a contar todo”. Hay testigos de charlas en las que Vandenbroele ya reveló parte de las preguntas enumeradas en párrafos anteriores. Clarín está en condiciones de afirmar que el “voy a contar” todo que le prometió al fiscal Di Lello será así, porque de otro modo su futuro no estará bajo manejo policial por ser testigo protegido, sino del Servicio Penitenciario Federal. El juez del caso Ciccone, Ariel Lijo, fue quien logró generar este desenlace de infortunio judicial para el ex vicepresidente, ex ministro de Economía y ex titular de la ANSES, Boudou. Fue cuando, mediante una orden de detención que hay que leer entre líneas, detuvo al ex vice y a Núñez Carmona. Presos sus dos ex jefes, Vandenbroele volvió a repensar en su hija, y declarará como “arrepentido”. El modo con el que ahora sí entiende Poline Vandenbroele cómo está viviendo su padre fue crucial para que él haya arriesgado todo para salvaguardarla y hacerla feliz, aseguraron a Clarín fuentes que lo tratan de forma periódica. Cristina Kirchner. El gobernador Gildo Insfrán. Boudou. Núñez Carmona. Pagos ilegales. Una red de sociedades que se armó para que The Old Fund, controlada presuntamente por Boudou, pueda capitalizarse y adquirir Ciccone Calcográfica, y cómo fue que terminó trabajando para las más altas autoridades del Gobierno K, son parte de confesiones que deberá ratificar ante Di Lello y Lijo. El magistrado detectó que cuarenta y ocho horas antes de que Vandenbroele informara de golpe que ya no tenía pensado declarar como “arrepentido”, había vuelto al país una persona a la que él le teme. Núñez Carmona: llegó desde España. Lijo lo metió preso. Vandenbroele hablará más aún de lo que ya habló. El caso Ciccone empieza a cerrarse.

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