Los cancilleres de los cuatro países fundadores del Mercosur acordaron reunirse de manera urgente en Brasil para avanzar en la aplicación de la cláusula democrática contra el gobierno de Maduro, tras constatar que la administración chavista se niega a iniciar un diálogo con la oposición para hallar una salida a la crisis social, humanitaria y política que se vive por estas horas en el país y que ha provocado enfrentamientos con un saldo de más de 120 muertes, hasta el momento. El ministro de asuntos exteriores del Brasil, Aloysio Nunes, en ejercicio de la presidencia del bloque, convocó para el sábado, en San Pablo, a sus pares de la Argentina, Paraguay y Uruguay para tratar la crisis venezolana y la aplicación de la cláusula democrática, contenida en el Protocolo de Ushuaia. De haber consenso, los cancilleres instrumentarán los pasos necesarios para expulsar o "suspender en sus derechos", según al argot diplomático a la potencia petrolera, que ingresó formalmente a la unión aduanera el 29 de junio de 2012. Pero en la práctica, la decisión que adopten los ministros, con aval de sus presidentes, no cambiará demasiado el status de la nación bolivariana, ya suspendida desde diciembre por no adaptar su legislación a los patrones del bloque. Sin embargo, elevará el capital político del Mercosur, al convertirse en el primer órgano regional que aplique una condena explícita sobre Caracas, luego de los intentos fallidos en la OEA, la Celac y el inmovilismo que reina en Unasur, sin secretario general desde hace seis meses. Las gestiones diplomáticas de la Argentina, Paraguay y Brasil, junto con el peso de los acontecimientos, lograron mover del letargo en el que parecía sumido el bloque tras la suave declaración emitida en la cumbre de Mendoza, hace apenas 13 días. Es que el Uruguay frenó cualquier gestión en dirección a lo que se avecina para evitar una lucha intestina aún más feroz al interior del Frente Amplio, el partido gobernante, que sangra en estas horas por la inminente renuncia del vicepresidente Raúl Sendic. Con una crisis de política interna en puerta y la nueva detención de los líderes opositores Leopoldo López y Antonio Ledezma, el canciller oriental, Rodolfo Nin Novoa, se sintió en libertad para reconocer "un cambio de posición" de su país dada la negativa de Maduro a entablar un diálogo con Montevideo como garante. Las posición uruguaya quedará plenamente en conocimiento del Gobierno este mediodía, cuando el canciller Jorge Faurie se encuentre a nivel bilateral con su par Nin Novoa en Montevideo, llamado con la excusa de elegir un nuevo secretario general para la Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) en reemplazo de Carlos "Chacho" Álvarez. Allí también confluirán otros ministros. En tanto, el Gobierno endureció ayer su posición con Venezuela al permitir que Aerolíneas Argentinas suspenda sus vuelos hacia y desde Caracas programados para este sábado, tras alegar razones de seguridad que le impiden "garantizar la operación en el país". La decisión, consensuada con el Ministerio de Transporte y Cancillería, golpea a los venezolanos que aguardan cada semana para abandonar su país. De acuerdo a fuentes migratorias y aeronáuticas consultadas, solo entre enero y marzo unos 8333 venezolanos se radicaron en el país. La mayoría adquiere boletos de ida y vuelta, pero solo pisa una vez Ezeiza. No hay comentarios. Se el primero en comentar
