El Instituto Patria es la Fundación que creó la expresidenta Cristina Kirchner tras su salida del poder y que alberga a varios de sus allegados, como el exjefe de Inteligencia Oscar Parrilli y los intendentes de Avellaneda, Jorge Ferraresi, y de Berazategui, Juan José Mussi. El organismo presenta una gran cantidad de irregularidades y fue intimado en varias oportunidades por la Inspección General de Justicia (IGJ) para que Parrilli, presidente de la Fundación, presente la lista de los socios aportantes. El exfuncionario K declaró que no puede hacerlo porque perdió el registro de asociados. TN Central accedió a los balances que el Instituto le presentó a la IGJ: los documentos indican que, en ocho meses, la organización pasó de tener $ 1.000 de capital a recaudar nada menos que $ 2.376.232. El alquiler del petit hotel ubicado en Rodríguez Peña 80, muy cerca del Congreso, cuesta $ 600 mil mensuales. El búnker de Cristina tiene 354 socios, de los cuales hay 223 que son desconocidos. Las cuotas que pagan cada uno de ellos depende de su condición dentro del organismo: los socios fundadores aportan $ 2.000, los contribuyentes $ 1.000, los activos $ 500 y los adherentes, $ 300. Otra de las irregularidades es que no declararon como gastos una serie de actividades, como la organización de homenajes al expresidente de Venezuela Hugo Chávez y a las Madres de Plaza de Mayo. Hay además una sospechosa vinculación con la empresa cordobesa de tractores Pauny, ya que la Fundación presentó datos de registro a la IGJ que en realidad corresponden a esa compañía, consigna el diario La Nación. Desde la empresa se mostraron sorprendidos y negaron que estén vinculados con la Fundación. Pauny es una de las empresas que tuvieron más presencia en la venta de maquinaria agrícola a Venezuela, después de las gestiones de Néstor Kirchner con Chávez. La firma además había participado del viaje comercial a Angola organizado por Guillermo Moreno.
