Seguridad

El "testigo E": un mapuche que cambió su testimonio y habría dado el dato para encontrar a Santiago

El informante habría admitido que mintió en su primer testimonio y que el día del conflicto corrió con Maldonado y lo perdió de vista en el río.

Uno de los testigos claves del caso de Santiago Maldonado habría reconocido que mintió respecto de su primera versión en la que indicaba como responsables de la desaparición del joven a Gendarmería Nacional. En su nuevo testimonio dejaría entender que él perdió de vista al artesano después de haber intentado sin éxito ayudarlo a cruzar el río. Por otro lado, se supo de una persona que ya acudió a la Justicia Federal exigiendo la recompensa de 2 millones de pesos por ser el responsable del dato que desembocó en el hallazgo. Se trataría del mismo arrepentido que llamó por teléfono hace unos días a las oficinas judiciales en Esquel, urgiéndolos a que se hagan presente en el lugar el martes 17 de octubre. Esta explicación aparece de fuentes que siguen la causa, mientras se esperan los resultados de la autopsia del cuerpo para saber con certeza las causas de la muerte, si efectivamente se ahogó o si sufrió algún tipo de violencia que lo llevó al desenlace trágico. En la versión que tomó fuerza ayer, las fuentes transmitieron a Clarín sobre la existencia de un informe reservado según el cual un mapuche entró en “crisis” y que habría terminado confesando ante la Justicia que mintió desde el principio y que, en verdad, no vio que los agentes se llevaran a Maldonado sino tan sólo que él lo dejó “atrás”. Se trataría del Testigo E a quien el 2 de octubre el juez Lleral, le habría tomado testimonio en su primera visita al Pu Lof al interior de una camioneta. De los dos testimonios que cuentan haber visto cómo Gendarmería apresó a Maldonado el 1 de agosto al interior de Cushamen, sólo uno aseguraba recordar un contacto físico e inmediato con el joven. Es el Testigo E, quien ofreció su versión alrededor de 50 días después de los hechos. Mientras Matías Santana relataba que había observado a Maldonado en manos de los efectivos con binoculares desde una loma ubicada a unos 100 metros del agua, “E” contaba que llevó al joven agarrado del brazo y lo intentó cruzar sin suerte. “Siga usted Peñi, yo no puedo más, yo me vuelvo”, le habría dicho el tatuador a su amigo. En su historia inicial, segundos después el testigo descubría que gendarmes rodeaban a Maldonado en medio de gritos y disparos. Ahora habría dicho que los integrantes del sector más virulento de Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) lo alentaron a acusar a Gendarmería. “Me dijeron que diga que fueron los gendarmes”, sería una de sus frases. De acuerdo a voces de la propia Comunidad Resistencia Cushamen, esta persona habría entrado en los últimos días en una suerte de “crisis confesional” a partir de que el cuerpo salió a flote. Sería un joven vinculado al RAM, la organización que fundó hace unos 8 años el lonko Facundo Jones Huala hoy detenido en Esquel. El testigo, explican fuentes a este diario, sabía en qué parte del río había estado con Maldonado. Cuando el cuerpo salió a flote, los acontecimientos se desencadenaron. El joven habría llamado por teléfono a la Justicia para confesar que el artesano se soltó de su brazo e intentó volverse, mientras él siguió adelante. El testigo E en más de una oportunidad intentó meterse al agua para sacar el cuerpo por sus propios medios. Sin embargo, los referentes del RAM se lo impidieron, le explican voces de Cushamen a Clarín. Hace unos días el cuerpo quedó en la superficie producto de los gases de la descomposición y el testigo E observó con angustia como su compañero regresaba del fondo, cuentan. Las horas siguientes los referentes del RAM discutieron qué hacer con el cadáver hasta que su aparición fue comunicada a la Justicia Federal que llegó al Pu Lof el martes pasado. Esta semana trascendió también que alguien reclamó “su plata” por haber revelado el dato que terminó en el descubrimiento del cuerpo. Se cree que es el mismo joven empujado o presionado por la familia a cobrar los 2 millones de recompensa. Este diario intentó mantener un diálogo con uno de los principales referentes de esta organización. En una conversación accidentada y compleja, descartó que pudiera existir un arrepentido en sus filas.

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