La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner amplió levemente su ventaja y ya le saca más de cuatro puntos a su competidor, el macrista Esteban Bullrich. La ex mandataria subió casi un punto mientras que Cambiemos parece estancado. Todo dentro del marco de una cierta estabilidad en el voto, sin cambios fuertes. En el tercer lugar, pero a considerable distancia, está Sergio Massa, de 1País, resistiendo a la polarización. Massa necesita llegar a los 20 puntos, como mínimo, para evitar que la elección se convierta en un Boca-River entre Cambiemos y Unidad Ciudadana. Por su parte, Florencio Randazzo, aunque creció levemente, no puede despegar hasta ahora: está en un lejano cuarto puesto. Un paso más atrás queda el Frente de Izquierda (FIT), que tiene muy buenas posibilidades de sumar diputados. En las dos semanas que quedan habrá una fuerte pelea por los indecisos, que no son tantos pero son claves. La mayoría se consideran opositores al gobierno actual. Las conclusiones surgen de una amplia encuesta realizada especialmente para PáginaI12 por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) que lidera el sociólogo Roberto Bacman. En total se entrevistaron 1500 personas de toda la Provincia de Buenos Aires, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. El sondeo, telefónico, terminó de procesarse este viernes. Bacman sostiene que, desde que existen las PASO, el voto se estructura en dos etapas. La inicial son las primarias, donde los ciudadanos se guían más por su estructura de pensamiento, su ideología o las impresiones generales sobre la situación. En la elección propiamente dicha, la de octubre, ya empieza a pesar el llamado voto útil. “El núcleo duro de los votantes de cada fuerza seguramente refuercen su decisión en octubre; sin embargo en las periferias, siempre se detecta un potencial movimiento a fin de adecuar su voto. Están los ejemplos de Martín Lousteau y del propio Macri en la elección de 2015, pero lo mismo ocurrió a favor de Sergio Massa en 2013 o de Cristina en 2011. Todos sumaron muchísimo en la segunda elección”. Por lo tanto, se parte de algo así como “el primer amor” en los comicios del 13 de agosto. Como guía, Bacman utiliza una medición que realiza periódicamente. Le pregunta a los encuestados si se consideran oficialistas, opositores, o ni oficialistas ni opositores. “Lo cierto es que, en Provincia de Buenos Aires, los oficialistas redondean un 32, 5 por ciento y los opositores constituyen el 41, 0 por ciento del distrito. Un 26, 5 por ciento se ubica en la categoría de independientes pragmáticos: no tienen fuertes simpatías ni antipatías por ningún partido o dirigente en particular y como ya lo he expresado con anterioridad terminan siendo de máxima importancia”. Por supuesto que la cuestión de fondo es que siete de cada diez bonaerenses consideran que la situación económica está mal o muy mal. Y lo mismo opinan respecto de su situación personal, que, según siete de cada diez personas, empeoró en este año y medio de administración de Mauricio Macri. El impacto mayor del deterioro en el empleo, en el salario y las jubilaciones se vive en el Gran Buenos Aires. Por eso allí CFK lidera con holgura: le saca más de trece puntos de ventaja a Bullrich. Esa ventaja es decisiva a la hora del cómputo final, ya que el Gran Buenos Aires representa el 60 por ciento de los votos provinciales. En el interior bonaerense Bullrich aventaja, también por trece puntos, a Unidad Ciudadana. Bacman señala que “CFK se mantiene al tope de la intención de voto porque entre los actuales candidatos es la que conserva uno de los mejores índices de imagen positiva, con un 41, 1 por ciento. Si bien es cierto que su imagen negativa, que de alguna manera expresa el techo de crecimiento electoral, es del 57, 6 por ciento, existe otro aspecto fundamental: el núcleo duro de sus votantes (aquellos que tienen imagen muy positiva de Cristina) redondean un 31 por ciento. En el segmento opositor: la imagen positiva de CFK asciende al 97 por ciento. Además, Cristina encaja con un pensamiento decisivo: el 71, 5 por ciento de los opositores ya han decidido votar por ella, pues consideran que representa la única alternativa para ponerle freno a las consecuencias de la aplicación del actual modelo económico. Más allá de lo mucho que se diga de sus votantes, de algunas declaraciones con fuertes contenidos despectivos, lo cierto es que el rechazo al actual plan económico se constituye en la principal fortaleza de CFK. Además de tener fuerte presencia de voto en el conurbano, Cristina domina también entre los jóvenes y las personas de menos recursos. En todas esas franjas, la ex mandataria supera el 40 por ciento de los votos. Los que hoy ya han optado por Unidad Ciudadana es muy difícil que cambien su decisión de voto”. “Esteban Bullrich de Cambiemos mantiene el segundo lugar de intención de voto, con el 30, 3 por ciento –afirma el titular del CEOP–. Como ya fuera detectado en el trabajo de campo realizado dos semanas atrás, necesita de la marca Cambiemos para llegar a ese valor: a tal punto que se observa una diferencia de alrededor de cuatro puntos menos si se pregunta solo por su nombre y apellido, sin mencionar a Cambiemos. Es decir que, de entrada, Bullrich tiene el 26 por ciento de los votos, pero cuando se le dice al encuestado que es el candidato de Cambiemos, trepa al 30”. Eso es lo que explica que en los spots de campaña aparezca mucho la gobernadora María Eugenia Vidal, la dirigente con mejor imagen, e incluso en los cortos el candidato tiene un papel secundario. En las dos semanas que faltan, Vidal será el eje de la campaña. Bullrich tiene el apoyo de ocho de cada diez ciudadanos que se consideran oficialistas y sólo tres de cada diez personas que se autodefinen como independientes. El fuerte del voto de Cambiemos está en la gente mayor a 50 años; los que viven en el interior provincial y, por supuesto, los de nivel socioeconómico alto. Mientras que Unidad Ciudadana hace eje en la pérdida de puestos de trabajo, la caída en el salario real o los tarifazos, Cambiemos se asienta principalmente en “la nueva política”, que el kirchnerismo es el pasado, el macrismo el futuro y que todavía le falta tiempo para mostrar los cambios. Bacman sostiene que “Sergio Massa y Margarita Stolbizer de 1País intentarán transitar por la avenida del medio y lograr que sea lo más ancha posible. Hasta el momento su objetivo obtiene un resultado relativo: se mantienen cerca del 19 por ciento de intención de voto y su proyección es aún una incógnita. La imagen positiva de Massa se ubica en el 37, 2 por ciento y la negativa se mantiene alta (56, 5 por ciento). Esto es así porque tienen rechazos de los dos lados, de los adherentes a Unidad Ciudadana y de los de Cambiemos. Sus posibilidades de crecimiento se siguen detectando en el segmento de los independientes. Massa jaquea a la polarización, aunque no logra evitarla de modo definitorio”. Por supuesto que el eje de 1País es que ni el kirchnerismo ni el macrismo son alternativas positivas. Su eje, entonces, son los independientes, pero las posibilidades de crecimiento las tiene entre los votantes de Cambiemos menos sólidos–oficialistas periféricos, los llama Bacman– y que están enojados por las consecuencias del plan económico. El obstáculo de Massa–Stolbizer es el choque, por un lado, con los adherentes de CFK, que en general son muy sólidos, y Cambiemos en el otro lado, que necesita desesperadamente crecer entre los independientes. “Randazzo creció un poco –analiza Bacman–: logra un 5, 4 por ciento. Su imagen positiva sigue baja y se ubica en el orden del 33 por ciento”. El ex ministro afronta el problema de que la oposición está fuertemente absorbida por CFK y sus chances entre los independientes tienen el problema de que es una opción muy reciente y tiene poco tiempo hasta las PASO. En cierto sentido sus posibilidades están en un electorado parecido al de 1País: muy crítico del plan económico, pero que no quiere volver al kirchnerismo. “Los indecisos al día de hoy representan al 7, 2 por ciento –concluye el consultor–. El dato más fuerte es que alrededor de las tres cuartas partes son independientes, el 19, 5 por ciento opositores y un magro 5, 3 por ciento oficialistas. Sin lugar a dudas, el arduo trabajo de las próximas dos semanas, pasa por seducir independientes, que una vez más volverán a convertirse en el fiel de la balanza de esta elección”. Todo indica que de aquí al 13 de agosto habrá un verdadero bombardeo de la alianza judicial-política-mediática para acorralar a CFK. Habrá shows de todo tipo en Comodoro Py, en los medios cercanos a Cambiemos y, como se vió esta semana, en el Congreso. En la Casa Rosada saben que vienen corriendo de atrás y harán lo que sea para no perder en el distrito en el que vota casi el 40 por ciento de los argentinos. (email protected)
Candidata en ascenso
Con Cambiemos estancado, la ex presidenta amplió su porcentaje hasta pasar los cuatro puntos sobre Bullrich. La abrumadora ventaja en el Gran Buenos Aires. El panorama de Randazzo y de la izquierda.