Mientras el mundo espera la vacuna contra el Covid-19, el equipo de científicos de la Fundación Instituto Leloir y del Conicet, liderados por Andrea Gamarnik, publicó una investigación que podría ser el primer paso para obtener la vacuna contra otro virus que se defiende del sistema humano pero también de mosquitos: el zika. El trabajo publicado por Horacio Pallarés en la revista Journal of Virology es el resultado de 3 años de trabajo del equipo encabezado por Gamarnik, que pudo aislar una región del genoma del virus del zika que permite a las células humanas eliminarlo con su respuesta antiviral. "En 2016, el grupo de trabajo de María Alejandra Morales del Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas 'Dr. Julio I. Maiztegui', en Pergamino, logró aislar el virus de pacientes con infección en Argentina, es decir, lograron las cepas locales del virus del zika", explicó Pallarés, y ese fue el punto de partida del hallazgo de hoy. "A partir de este material lo que hicimos en el Leloir fue identificar la secuencia genética del virus y construir una herramienta que permita el clonado molecular, lo que se hace con cultivo celular". Una vez que lograron el clonado molecular, los científicos se abocaron a investigar "cómo hace el virus del zika para evadir la respuesta inmune tanto de los mosquitos como de las personas para causar infección, porque este virus tiene la particularidad de infectar a las dos especies". Así pudieron diseñar un virus al que le quitaron una porción del genoma: "Lo que sucedió es que ese virus modificado infectó a las células de los mosquitos, pero cuando cuando lo usamos para infectar células humanas instantáneamente se generaba una respuesta antiviral tan grande que lo eliminaban", precisó Pallarés. Sería el primer paso para generar tratamientos antivirales o virus atenuados para vacunas. El equipo de investigadores que acompañó a Pallarés estuvo integrado por Mora González Ledea, Luana de Borba, Diego Ojeda y Guadalupe Costa Navarro, bajo la dirección de Gamarnik. "Aunque es una etapa de investigación en laboratorio, todas estas hipótesis tendrán que trabajarse a futuro para ver si funcionan", explicó el biólogo. "Es muy importante estudiar estas enfermedades que se contagian por mosquito. El virus del zika pertenece a la misma familia que el dengue y la fiebre amarilla y existen muchos otros virus de esta familia con potencial de saltar de hospedador al humano, como sucedió con zika en el 2015", concluyó Pallarés en tiempos de pandemia de Covid-19. En Argentina, durante la temporada 2019-2020 no se registraron casos confirmados de infección por virus zika. Según datos de los boletines epidemiológicos de 2016 del Ministerio de Salud, en la última semana de febrero de ese año se notificó el primer caso de transmisión local de virus zika por vía sexual en Argentina en la provincia de Córdoba. Posteriormente, entre las semanas 13 y 21 de 2016 tuvo lugar el primer brote de transmisión vectorial registrado en el país, en la provincia de Tucumán, donde se registraron 25 casos. En octubre de ese año, el INEVH notificó el primer caso confirmado de síndrome congénito asociado a la infección por el virus del zika en Argentina, correspondiente a un niño nacido en Tucumán. Luego se notificaron dos casos probables de síndrome congénito asociado a la infección por virus del zika en Córdoba y en la provincia de Buenos Aires. En ambos casos las madres habrían adquirido la infección en Bolivia durante la gestación, por lo que se los clasificó como casos importados. Durante el primer semestre de 2017 hubo brotes en Ingeniero Juárez (Formosa), Embarcación, Tartagal y Mosconi (Salta) y El Sauzalito (Chaco); los últimos casos positivos de ese año se registraron el 4 de mayo en el Chaco y el 1 de junio en Salta. Según datos oficiales, en 2018 se detectaron 57 casos positivos sin antecedente de viaje en los departamentos salteños de General San Martín (29), Orán (25), en Salta capital (2 casos probables aislados) y en el partido bonaerense de La Matanza (1). Si bien se tenía conocimiento de la existencia de este virus, el primer caso registrado en sudamerica ocurrió en 2014, cuando Chile notificó la transmisión autóctona de fiebre por virus del zika en la isla de Pascua y al año siguiente las autoridades de Brasil confirmaron la transmisión de ese virus en el nordeste del país, donde hubo numerosos casos. La "fiebre del zika" es una enfermedad viral transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti (el mismo del dengue y chikungunya) y que también se puede contraer a través de relaciones sexuales. Consiste en fiebre leve, sarpullido (principalmente maculo-papular), dolor de cabeza, dolor en las articulaciones, dolor muscular, malestar general y conjuntivitis no purulenta que ocurre entre 2 a 7 días después de la picadura del mosquito vector. En julio de 2015 se detectó en Brasil una asociación entre el zika y el síndrome de Guillain-Barré (una afección en la que el sistema inmunológico ataca los nervios) y en octubre también se alertó un vínculo entre el zika y malformaciones del sistema nervioso central al nacer, incluyendo la microcefalia.
Zika: investigadores argentinos dieron el primer paso para obtener una vacuna contra el virus
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