Después de cuatro meses, finalmente el kirchnerismo presentó esta tarde el anunciado proyecto de ley que propone gravar, con un impuesto extraordinario, las grandes fortunas de las personas humanas. La iniciativa, impulsada por el jefe de bloque de diputados del Frente de Todos Máximo Kirchner, y redactada por el presidente de la Comisión de Presupuesto Carlos Heller, comenzará a ser debatida la semana próxima en comisión. El proyecto, que también contó con el aporte de la presidenta de la Comisión de Finanzas Fernanda Vallejos, consiste en un "aporte solidario extraordinario" que apuntará a las personas humanas (no a las empresas) con una riqueza declarada, al 31 de diciembre del año pasado, superior a los 200 millones de pesos. Se trata de un impuesto por única vez con alícuotas progresivas que irán del 2 al 3, 5% según sea la magnitud del patrimonio; según el oficialismo, unas 12.000 personas estarían alcanzadas por el gravamen. Según trascendió, el gravamen será del 2% para aquellos patrimonios de entre $200 y $300 millones y será progresivo hasta alcanzar el 3, 5% para patrimonios a los $3000 millones. El tributo también afectará a los bienes en el exterior; según trascendió, se tributará un recargo del 50% sobre la alícuota que le correspondería. Pero si la persona humana acepta repatriar el 30% de sus tenencias financieras que tienen declaradas afuera, el diferencial se elimina y paga por todo como si lo tuvieran en el país. "La semana próxima iniciaremos el debate del proyecto en la Comisión de Presupuesto y Hacienda con la intención de avanzar con un dictamen en la semana subsiguiente", anticipó la diputada Vallejos. El oficialismo, minoría en la Cámara baja, ya inició conversaciones con otros bloques de la oposición para avanzar con la iniciativa. Por tratarse de la creación de un nuevo impuesto, necesitará de una mayoría agravada de 129 votos positivos en el recinto; el oficialismo confía en conseguir los votos necesarios con el aporte del interbloque Federal, presidido por Eduardo "Bali" Bucca. Máximo Kirchner mantuvo en los últimos días varias reuniones con Bucca quien, al igual que el lavagnista Alejandro "Topo" Rodríguez, anticiparon que avalarían la iniciativa siempre y cuando buena parte de lo que se recaude por el impuesto extraordinario sea destinado a financiar a las PyME. "Habrá que analizarlo, pero en principio coincido con poner eje en la solidaridad. Hay que acompañar a la clase media trabajadora y a las pymes argentinas. Como lo he venido planteando hace meses, es fundamental que una parte importante de lo recaudado se destine a sostener un modelo de crédito accesible y asistencia directa para las Pymes urbanas y rurales, impulsando el empleo privado, el trabajo genuino", afirmó a LA NACION el diputado Rodríguez. El oficialismo espera recaudar $300 millones con este impuesto; dicho fondo estará destinado, según trascendió, a la compra de equipamiento de salud para atender la pandemia; a apoyar a las PyMEs con subsidios y créditos; a la urbanización de barrios populares con obras que empleen los vecinos de cada barrio; a obras y equipamiento de YPF para producir y envasar GAS Natural y, por último, a financiar el relanzamiento del plan Progresar con becas para estudiantes. "En los cuatro años de gestión de Mauricio Macri, se dejaron de cobrar impuestos a personas y a empresas de mayores patrimonios por el equivalente acumulado de 7 puntos del PBI. Este aporte permite recuperar más de uno de esos 7 puntos para financiar la recuperación de la economía", explicó el bloque de diputados del Frente de Todos en un comunicado.
