Beatriz Oviedo hace 48 horas que no duerme y en la noche del jueves nunca se despegó de la cama de la habitación del Sanatorio Allende, en Córdoba, donde se encontraba su hija Solange Musse, que murió este viernes, a las nueve de la mañana, por un cáncer de mama que hizo metástasis. "Después de que Sol se enteró de lo que pasó con su papá, que no lo dejaron pasar en la frontera para venir a verla, ella se desmoronó, se descompensó. Anímicamente fue tanto el bajón que cayeron todas sus defensas y se dejó estar, se entregó". Cuenta Beatriz que "pese al panorama difícil de salud, Solange estaba confiada en el tratamiento oncológico que estaba por empezar, sabía que podía estar un tiempo más con nosotros, ella no pensaba que se moriría ahora, yo tampoco. Conozco a mi hija, siempre fue una luchadora y ahora estaba muy expectante, muy ansiosa con la posibilidad de ver a su papá, con quien tenía un vínculo de mucha complicidad, eran muy compañeros, siempre anduvieron juntos, se llevaban bárbaro. Y era su ilusión, volver a verlo después de seis meses". Beatriz y Solange vivían en Plottier, Neuquén, con Pablo Musse -marido y padre-. En febrero, después de cortar una relación sentimental de cuatro años, Solange se fue a Alta Gracia (Córdoba) junto a Beatriz "para despejar la cabeza" y, también, para continuar allí con el tratamiento oncológico por el cáncer de mama que se había originado hace diez años. Volverían en marzo y Pablo las esperaría. Hasta que la pandemia metió la cola y cambiaron todos los planes. Murió Solange, la joven enferma de cáncer que no pudo despedirse de su papá por las restricciones en Córdoba. "Solange quería volver a su casa en Neuquén, extrañaba a su papá, a su hermano, necesitaba estar en su habitación con sus cosas, pero por la cuarentena y por su situación de salud era arriesgado el traslado. Entonces Pablo, mi marido, decidió venirse en auto con mi hermana Paola Oviedo, que es discapacitada motriz y en el control sanitario a la entrada de Córdoba, en Huinca Renancó, lo trataron peor que a un perro", repasa Beatriz en detalle. "Pablo tenía el permiso correspondiente para poder viajar y durante el viaje estuvo en contacto con el COE (Centro de Operaciones de Emergencias) de Córdoba, informando por qué ruta iba... todo estaba en orden, hasta que lo detienen en Huinca Renancó, adonde llegó a las 6 de la mañana del domingo. Lo demoran dos horas y media hasta que llegaron los del puesto sanitario, que le hicieron dos test pero no quedó claro el resultado. Entonces le prohibieron la entrada a Córdoba, a lo que Pablo, desesperado, pidió que se le hiciera un hisopado, que se le negó". El regreso de Pablo Musse a Plottier es de público conocimiento. "Lo escoltaron ocho patrulleros, ¡ocho! -se llena de bronca Beatriz- para asegurarse de que se fuera... Lo trataron como a un delincuente, no como a un padre desesperado que quería ver a su hija enferma. No los dejaron descansar ni siquiera una hora y para hacer sus necesidades los obligaron a ir a los yuyos. Mi hermana Paola es discapacitada y a las autoridades les importó un carajo, como tampoco que Pablo estuviera agotado y pudiera tener un accidente en la ruta". Solange, durante una entrevista horas antes de morir. Foto: Captura de TV Toda esa situación límite de Pablo "golpeó anímicamente a Solange, esto aceleró su recaída, estoy convencida de que si mi marido estuviera aquí con nosotras, Solange estaría viva. Estoy segura, me lo dice mi instinto de madre. Pero todo esto hizo que Sol entrara en pánico, le faltara el aire, vomitara... Su psicóloga, que la vio estos días, me contó que su deterioro fue vertiginoso. Qué horror, que falta de humanidad de parte de la gente que nos gobierna... Le pisotearon los derechos a mi hija". "Después dicen que no hay cuarentena, estos sinvergüenzas. El presidente dijo que no había cuarentena... Si no hubiera, mi hija estaría en su casa en Neuquén, con su familia, o mi marido hubiera podido venir a darle un abrazo y despedirla. Así son los gobernantes que tenemos, ellos viven su realidad, ellos no están en cuarentena, pero nosotros, la gente de a pie, tenemos otra realidad. Ahora mi marido está en la ruta, en camino... Imaginate cómo viene, en qué estado, con todos los nervios y el dolor ante esta situación, sabiendo que mi hija lo está esperando en la morgue". Recuerda cuando el lunes Solange le dijo: "Ma, voy a escribir algo de lo que pasó con papá, no puede ser que nos avasallen los derechos. Lo grabaría pero no tengo voz". Y empezó a escribir "con decisión y claridad de conceptos, y de alguna manera pudo descargar su enojo y frustración", afirma Beatriz, que lo que más le duele es "cómo se fue mi hija... Ella podía haberse despedido tranquila, en paz, rodeada de sus seres queridos, pero se fue mal, nerviosa, asustada, no me saca nadie su carita de tristeza". Beatriz no ve la hora de reencontrarse con su marido Pablo, darse un abrazo e ir a despedir a su hija juntos. "Yo necesito despedirla con mi esposo de hace 35 años, necesito ver a Sol una vez más... Y mañana la vamos a cremar por pedido de mi hija. Sólo deseo que descanse en paz". PS COMENTARIOS COMENTARIOS CERRADOS POR PROBLEMAS TÉCNICOS. ESTAMOS TRABAJANDO PARA REACTIVARLOS EN BREVE. Comentarios CARGANDO COMENTARIOS Para comentar debés activar tu cuenta haciendo clic en el e-mail que te enviamos a la casilla ¿No encontraste el e-mail? Hace clic acá y te lo volvemos a enviar. 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La mamá de Solange: "Después dicen que no hay cuarentena estos sinvergüenzas"
Beatriz no puede entender "la insensibilidad de los gobernantes", luego de que su marido no pudiera ingresar a Córdoba para despedirse de su hija.