El ensayista Juan José Sebreli volvió hoy a su casa, donde deberá permanecer una semana aislado, asistido por cuidadores, hasta que se recupere por completo del coronavirus. A los 89 años, el sociólogo y filósofo se hallaba internado en el Hospital Italiano desde el domingo 9 y aprovechó su tiempo de convalecencia para avanzar en el nuevo libro que escribe con Marcelo Gioffré. En estos días, recibió el llamado desde Francia del expresidente Mauricio Macri, de sus amigos Guillermo Jaim Etcheverry y Jorge Fernández Díaz, y de la ensayista Beatriz Sarlo, preocupados por su salud. Sebreli y Gioffré publicarán en los próximos meses un ensayo sobre la historia de las pestes y la desobediencia civil. "Pasaron de decir que no había que usar barbijos a que eran indispensables y se implementó una cuarentena autoritaria, con detenciones forzadas, muertos, negocios fundidos, una interrupción de la vida privada y, probablemente, la mayor caída del producto bruto interno en el mundo", dice Sebreli a este diario sobre el Gobierno nacional. Para el autor de El olvido de la razón, la Argentina es el único país donde se encerró a más de cuarenta y cinco millones de personas, en vez de concentrar las energías en los geriátricos, las fronteras y las villas miseria. "La desobediencia civil y la redes sociales nos están salvando -considera, recién llegado a su domicilio-. Tal vez esa mujer a la que detuvieron ayer en Bariloche, paseando el perro, hubiera corrido la misma suerte que Facundo Astudillo Castro. Las decisiones que toman los policías han surgido de las órdenes de las máximas autoridades del Gobierno; fue Alberto Fernández el que le dijo en marzo a una periodista que a él lo habían nombrado para hacer las cosas por las buenas o por las malas". "En el Gobierno nacional se pasó de un negacionismo inicial, en los primeros meses del año, cuando no se tomaron las medidas adecuadas como el control de fronteras y se hablaba de que al Covid-19 se lo combatía con bebidas calientes, a una obsesión maniática con las infecciones y las muertes, cerrando todo", agrega Gioffré. Según su experiencia personal, Sebreli opina que se ha filtrado cierto autoritarismo en el sistema hospitalario. "No solo se fijan reglas estrictas, que están bien para evitar contagios en el personal de salud, sino que además se establecen otras muy duras para personas que están muriendo y que no pueden recibir las visitas de sus seres queridos". "Acabo de hablar con Juan José -cuenta el diputado nacional Fernando Iglesias a LA NACION-. ¿Qué puedo decir? Es una gran noticia que se haya recuperado y defraudado a muchos que mandaron mensajes de odio cuando se enteraron de que tenía coronavirus. Hay que aclarar que él respetó cuidadosamente todas las medidas de la cuarentena, hasta el punto de que era yo el que le decía que saliera a caminar con un acompañante porque el encierro le iba a hacer mal a las piernas. Y sin embargo él no lo hizo". Para Iglesias, el aislamiento absoluto es imposible. "Me preguntó si pensaba que hoy a la tarde va a ir mucha gente a la marcha", en referencia a la convocatoria opositora al Gobierno nacional de esta tarde a las 16 en plazas y otros puntos de encuentro.
