Política

Corrupción. La lista de casas y hoteles de Gutiérrez que la Justicia decomisará

La Justicia dispuso asegurar los bienes del exsecretario presidencial Fabián Gutiérrez para decomisar

La Justicia dispuso asegurar los bienes del exsecretario presidencial Fabián Gutiérrez para decomisarlos, tras determinar que son producto del lavado de dinero de la corrupción, que llegaba en bolsos al departamento de la vicepresidenta Cristina Kirchner. Los bienes son una veintena de casas y terrenos en Santa Cruz y Tierra del Fuego, hoteles, hosterías, barcos turísticos, una mansión en San Isidro, otra en un country de zona norte y una veintena de automóviles y camionetas de alta gama. Todos estaban a nombre Gutiérrez y de testaferros, que son sus familiares y allegados, cuyo procesamiento por lavado de dinero fue confirmado. Para la Justicia, todos estos bienes fueron comprados con el dinero producto de la recaudación ilegal de fondos entre 2008 y 2018. Así lo resolvieron los jueces de la Sala I de la Cámara Federal, Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi, que encomendaron al juez Marcelo Martínez de Giorgi que "disponga todas las medidas cautelares necesarias" para el decomiso de los bienes. Esto es así porque la ley de lavado prevé que aún sin una condena, corresponde el decomiso "cuando se hubiere podido comprobar la ilicitud de su origen, o del hecho material al que estuvieren vinculados, y el imputado no pudiere ser enjuiciado por motivo de fallecimiento". Gutiérrez fue asesinado el 4 de julio pasado en El Calafate y hay cuatro jóvenes detenidos por el crimen, que se cree que estuvo vinculado a una maniobra para sacarle dinero que -a la luz de esta decisión judicial- no le faltaba y tenía origen en la corrupción. Los jueces Bruglia y Bertuzzi confirmaron los procesamientos de los 16 acusados, entre ellos amigos y familiares de Gutiérrez, por ejemplo su madre Teresa García, aunque hicieron menos grave la calificación legal de algunos delitos que se achacan y redujeron el monto de sus embargos. La resolución de la Cámara Federal enumera que Gutiérrez se hizo millonario con el dinero de los bolsos con dinero de las coimas que fueron descriptos en el caso de los cuadernos de la corrupción. Allí, el chofer Oscar Centeno contó como exfuncionarios recaudaban dinero de empresarios para mantener contratos con el Estado. Exfuncionarios admitieron los cobros y empresarios admitieron los pagos. Gutiérrez estaba entre los "arrepentidos" de esa causa que habló de los movimientos de bolsos con dinero en la Casa Rosada. Los camaristas dijeron que en esa causa se investigó una estructura de recaudación ilegal que tuvo como eje al Ministerio de Planificación Federal entre mayo de 2003 y diciembre de 2015. El dinero fue entregado, en al menos 87 ocasiones, a Daniel Muñoz, fallecido secretario privado de Néstor y Cristina Kirchner, en la casa de la vicepresidenta. Los jueces describieron que la presencia de los secretarios de Cristina y Néstor Kirchner en momentos en que llegaba el dinero, se transportaba y arribaba a las residencias sureñas, no era inocuo. "Como integrantes de ese séquito que escoltaba a los mandatarios, los imputados brindaban un aporte" que no era el de la asociación ilícita, sino el del encubrimiento. "Su constante acompañamiento forjaba, hacia dentro, un círculo de elemental confianza para operar. Pero, más importante aún, generaba hacia fuera un halo de legalidad propicio para que el dinero pudiera ser conducido sin mayores sospechas. En ese marco, el mensaje se veía trasparente. Se trataba, simplemente, de un presidente y su comitiva arribando a su residencia". Gutiérrez, dijeron los camaristas, recibió parte de aquel dinero, lo puso en circulación en el mercado y para blanquearlo compró y vendió bienes con sobrevaluaciones y subvaluaciones, constituyendo sociedades que no tuvieron actividad o sin la capacidad económica para las operaciones que realizaron, simulando deudas o hipotecas y usando plata en efectivo, sin bancarizar, para evitar la trazabilidad de los fondos. También se valió de ingresos y bienes no declarados o declarados con errores y operaciones que no se condicen con la capacidad económica de los testaferros. A esto se suman los autos de lujo, dos hoteles (uno en Río Gallegos y otro en Tierra del Fuego) y el barco Paraná en el Lago Fagnano.

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