A pesar de que ya no integra la mesa chica del poder, Aníbal Fernández deja una puerta abierta. Asegura que siempre estará disponible para ocupar cualquier rol que Alberto Fernández le asigne y, fiel a su estilo, defiende a capa y espada todas las medidas del Gobierno. El ex funcionario de Eduardo Duhalde, de Néstor y Cristina Kirchner actualmente se desempeña como interventor de Yacimientos Carboníferos Río Turbio, un cargo que lo mantiene alejado de las tapas de los diarios. Sin embargo, nunca perdió el gusto por la polémica política. Dispara munición gruesa contra Patricia Bullrich y Alfredo Cornejo. A Mauricio Macri ni siquiera lo nombra, simplemente lo menciona como “el mamerto”. En una entrevista con Infobae, Aníbal Fernández incluso se permite una crítica contra el oficialismo: “Hacen prensa pero no comunican, lo dejan muy solo a Alberto en eso”. — ¿Cómo vio el mensaje de ayer de Alberto Fernández? — El mensaje está dentro del marco de lo que viene explicando el Presidente desde el primer momento. Dios nos premió con el diario del lunes, entonces, sabiendo lo que está sucediendo en el mundo ha tomado decisiones acertadas que permiten tener un muy bajo número de contagiados, un número bastante alto de recuperados y muy poquitas pérdidas de vidas. — Sin salir de su tono conciliador, Alberto Fernández se mostró molesto con las comparaciones con países del primer mundo. ¿Usted comparte ese malestar también? — Sí, es imposible no tener un malestar, porque son conclusiones de idiotas. Si me decís que del otro lado tenés a un tipo que después de haber estudiado o leído en forma profusa lo sucedido en otros países quiere debatir porque entiende que allá las cosas fueron mejor, seguramente vas a prestarle atención. Pero si los que te están dando la explicación son tipos que no hacen la O con el culo del vaso, o que no agarran un diario ni por casualidad... O como Alfredo Cornejo, que en la televisión terminó diciendo que había que tomar el ejemplo de Estados Unidos que no había tomado políticas con los presos cuando fue uno de los primeros países que lo hizo, igual que Francia, Italia, España, Gran Bretaña, Chile, entonces te estás dando cuenta que es un chanterío fenomenal. Cómo no querés que te enoje. Vos laburás como un perro y los tarambanas estos lo único que hacen es encontrar alguna banderita para blandir y decirte cosas tontas. Te tiene que calentar, no puede no calentarte. La realidad es que la relación con los gobernadores y el jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es muy buena. Se habla, se explica, se trata de llegar a puntos comunes, los resultados son positivos. Después cuando llegue el momento nos pintaremos otra vez de opositores y no está mal, pero hoy me parece que lo saludable es eso. — Hay un diferencia dentro de la oposición entre los que tienen cargos de gestión, como Horacio Rodríguez Larreta, y los que tienen cargos partidarios, como Patricia Bullrich. Los segundos tienen posiciones mucho más confrontativas — Porque los que no tienen cargo están tan al pedo y lo único que tienen por hacer en este momento es tratar de sacar alguna ventajita. Entonces, cuando de entrada los gobernadores, y los intendentes como Jorge Macri, Posee, Valenzuela, Grindetti o Montenegro en Mar del Plata, son todos tipos serios que lo que están haciendo es llevar adelante una estrategia que ponga por delante a su pueblo y después la discusión política. Entonces no pueden no tener una visión y una clara posición asumida al respecto porque se necesitan unos con otros. El cinismo que distinguió al macrismo es que este mamerto (Macri) lo único que hacía era darles beneficios a los suyos y a los otros no. En este caso, con Alberto, eso no está sucediendo, es decir, estamos discutiendo todos por igual. — ¿Cree que dentro de la oposición se va a terminar imponiendo el ala conciliadora liderada por Rodríguez Larreta o la oposición más dura de Bullrich? — Yo lo conozco a Larreta hace muchos años. Tengo una excelente relación con él. Estamos en distintas veredas pero nunca tuve diferencias insalvables. Me da la sensación que nunca ha sido un tipo que se vaya del camino, de la traza. Está siempre en el mismo palo. Ha sido igual que el colorado Santilli o tanta gente que está en otras funciones políticas pero con las que nunca se ha cerrado una puerta, siempre hay posibilidades para hablar y de cualquier tema. En ese marco, estos mandatarios que mencionamos recién van a tener por delante más exigencias que les va a poner su propio pueblo y sobre eso tienen que responder. Los otros están sin nada, van a seguir haciendo las barrabasadas, con Bullrich que es una persona de cero formación política, una persona que viene de ser Carolina Serrano (seudónimo) en Montoneros y pasa a ser la extrema derecha en la Argentina. No tengo que explicar demasiado dónde está su cabeza: en ningún lado. — Con el reclamos por los sueldos de los funcionarios y las domiciliarias a los presos encontraron una cuña para retomar protagonismo político. — El tema de los cacerolazos si lo quieren sostener, que lo sostengan, a mí me tiene sin cuidado. Siempre he creído que todos los mensajes, vengan de donde vengan, hay que mirarlos. A veces vienen huecos y con mucha gente, a veces vienen con mucho contenido y con poquita gente. No necesariamente hay una gráfica cuantitativa y cualitativa que se parece. No necesariamente. — El último cacerolazo fue el que tuvo menos participación... — El último no existió, porque citaban en las esquinas y en las esquinas solamente estaban los que esperaban en el colectivo. — Pero el primero tuvo mucha participación. ¿A usted lo sorprendió en algún punto? — Sí, si lo miras desde el punto de vista de la cantidad. No desde el punto de vista de la cualidad, porque el mensaje era absolutamente estúpido. La discusión era que no salgan los presos, violadores y no sé qué cosa, que lo había instalado un inventor. Nadie que tuviera seriedad habría dicho esas cosas. Es más, si yo tengo que escarbar en funcionarios que hayan tenido esa visión para exportarla hacia afuera el primero es Conte Grand (Procurador General bonaerense), que saca una resolución donde el Ministerio Público de la Provincia de Buenos Aires baja una disposición a los fiscales y a los defensores en la cual alienta a que tomen esa posición respecto de los que están detenidos. Aparecen detrás de esa situación los que terminan diciendo que los violadores son los que van a estar afuera porque hay un beneficio. Llegué a escuchar uno que decía que ampliaba la base electoral de Cristina. No, tarado, la base electoral de Cristina, si es que la van a votar, la vota estando afuera o la vota estando adentro, porque no teniendo condenas votan igual. El que dijo eso es un hueco que nunca en la vida leyó ni el Patoruzú. Las discusiones de estas características fueron presididas por mala fe, por cosas que no tenían mucho sentido. Arrancaron con el sueldo de los funcionarios. Y ahora que ya lo discutió el Presidente yo quiero decir lo mío: la política tiene un costo. Inexorablemente la vida en democracia tiene un costo. Un costo que es absolutamente nimio porque lo que puede significar la democracia se gastaba en uno o dos días de intereses de las Leliq. — Por eso la oposición hablaba de tener “un gesto”, reconociendo que no significa mucho en términos monetarios — Nada, nada. Yo no creo en esos gestos. Son de mala factura. Nunca acepté ese tipo de gestos. — ¿Son para la tribuna? — No, ni siquiera. En la política a veces es lícito hacer determinados gestos. Pero en esto no, porque hay un trabajo por detrás que tiene que valer conforme su estatura. Uno de los tipos más simples y que mejor representan mi bandera es René Favaloro. René Favaloro, quizás uno de los médicos más importantes que ha dado la Argentina, nació en el barrio El Mondongo en La Plata, más pobre imposible. ¿Entonces, qué me decís? ¿Qué si Favaloro fuera un funcionario tiene que dar un pedacito para hacer un gesto? Es estúpido eso. Esa no es la verdadera razón. El gesto que tiene que tener el político es romperse el alma trabajando. Y si no trabaja, échenlo. Y si roba, vaya preso. No la discusión estúpida del salario. — ¿Le parece que Horacio Pietragalla le podría haber ahorrado un problema al Gobierno? — No lo pregunto desde el punto de vista jurídico, ¿no podría haberla dejado pasar? — No, no. — ¿No le permitió a la oposición trazar el lazo con el Gobierno? — Él debe hacerlo, es su responsabilidad. Él es la autoridad de aplicación de los tratados internacionales, en este caso el Pacto de San José de Costa Rica. Lo que él hizo es lo que le solicitan y está bien que lo haga. Está bien que lo haga. No hizo absolutamente nada malo, hizo lo correcto. Quisieron agarrarse de un caso de esas características porque (Ricardo Jaime) es una persona muy renombrada para mal y la discusión la quieren llevar por ese camino. Muchísimos son los casos donde la defensa presenta una solicitud para que la Secretaría de Derechos Humanos sea amicus curiae. Lo que buscan es una segunda opinión. No hay nada malo. Igual en este caso porque es una persona muy conocida lo quisieron utilizar como un brazo de palanca para lastimar al gobierno sin sentido. — ¿Los jueces que dictaron las morigeraciones de prisión actuaron motivados políticamente? — La primera explicación que tendríamos que tener todos, es que el juez en su función específica tiene que llevar adelante una estrategia conforme lo dice el Derecho. Santo Tomás de Aquino, Siglo XIII, decía que la justicia era darle a cada uno lo suyo. Entonces en estos casos, ¿corresponde que esté detenido en una prisión preventiva? Había casos durante el gobierno del mamerto (Macri) que no, que presionaban a determinados jueces y estos metieron presos, por ejemplo, a mis amigos y clientes como Cristóbal López y Fabián de Souza. — Sergio Massa impulsó el juicio político a tres jueces, por ejemplo el juez de Bahía Blanca, Claudio Alberto Brun — Que no estoy de acuerdo, eh. Yo no estoy de acuerdo con eso. — ¿Con que se impulse los juicios políticos? — Con que le haga juicio político porque tomó tal o cual decisión. Si es algo incorrecto, contra ley o hay prevaricato, que lo sancione y eventualmente si consiguen el número que lo echen también. Pero no es el caso de los que tomaron decisiones de estas características. Si están ajustados a derecho me parece correcto. — En el caso del juez de Bahía Blanca se denunció que no dio aviso a la víctima como marca la ley y que hubo otras irregularidades procesales — Tendrá que evaluarlo el Consejo de la Magistratura, yo no lo sé. Pero que yo no firmaría la denuncia en esos términos de ningún juez, no tengo dudas. — ¿En momentos de crisis como el actual extraña estar en el Gobierno tomando decisiones? — Es la decisión del Presidente. Yo soy respetuoso de lo que dice el Presidente. Yo no estaba formando parte del gobierno, un día me llamó, me dijo que me necesitaba para que yo estuviera como interventor en Río Turbio. Y desde ese momento estoy llevando adelante la tarea que me pidieron. Si el día de mañana él considera que mi experiencia le es útil para su gestión me lo dirá. Y si no, seguiré siendo interventor del Yacimiento Carbonífero Río Turbio. — Está bien, pero me esquivó la pregunta, ¿usted tiene ganas? — Siempre la voy a esquivar porque no es una decisión mía, es una decisión de él. No es un problema de gustos. Si un hombre de los años que yo tengo en la actividad dijera “me encantaría” o “ni loco voy”, son dos agravios innecesarios al Presidente. Yo te repito, voy a estar donde el Presidente me lo pida. Si el día de mañana quiere que yo esté en otro lugar, estaré. — ¿Cómo vio la salida de Alejandro Vanoli del Gobierno? ¿Lo sorprendió? — Hacía un montón que no hablaba con Vanoli. No, no sé cuál es la razón, porque además tampoco se fue del Gobierno, está en la Superintendencia de Riesgo del Trabajo, con lo cual sigue estando en la gestión. Lo han corrido y han puesto a Fernanda Raverta que yo la quiero entrañablemente y es una excelente laburadora. El presidente sabrá por qué lo hizo. — ¿Qué conclusión saca del estilo de liderazgo que está llevando adelante Alberto Fernández? — Un tema que uno aprendió después de muchos años de estar en esto es que los líderes no piden permiso. No hay permiso para liderar. Tiene que liderar y punto. Un viejo concepto de Néstor Kirchner era que con el peronismo no alcanza y sin el peronismo no se puede. A mí me parece saludable que haya hecho eso y que haya armado el Frente de Todos donde aparecen un montón de personas que a lo mejor en algún momento estaban en veredas opuestas. Un ejemplo, Massa, Donda, Pino Solanas. Me da la sensación que es muy saludable que nosotros podamos componer con una buena parte del arco político discusiones similares en las cuales todos vamos a un mismo objetivo, no importa la procedencia. Yo aprendí a ser frentista con Perón, en el 73 en Santa Fe él llevó de gobernador a Carlos Sylvestre Begnis que era del MID. — ¿Massa está asumiendo un rol mucho más protagónico que otras figuras del Gobierno? ¿Eso habla su vocación de ser el próximo presidente? — No hay cura que no se acueste pensando en ser Papa. Y a Massa le pasa absolutamente lo mismo, no tengas dudas. La realidad es que los hombres hacen a los cargos, no los cargos a los hombres. Él en este rol de presidente de la Cámara de Diputados está llevando a cabo un rol muy importante respecto de un montón de otros que han sido presidentes de la Cámara de Diputados y no han tenido la estatura que está teniendo en este momento. — A eso me refería. Para el cargo que tiene pareciera ganar más protagonismo que el jefe de Gabinete, por ejemplo. — Porque los hombres hacen a los cargos, no los cargos a los hombres. Y ese es el mejor ejemplo que se puede mostrar. — ¿El Gobierno está dando bien la pelea mediática de explicación de las medidas y del rumbo que se está llevando? — No. — ¿En qué está fallando? — Me parece que el Gobierno hace prensa pero no comunica. No me refiero a Alberto, que es un enorme comunicador. Comunicar es un poquito más que mostrar las medidas, sino también interpretarlas de la mejor manera tratando de llevar hacia la puerta del hombre y de la mujer común que componen nuestro pueblo el conocimiento de fondo de lo que está sucediendo. Martín Fierro decía que había que hablar para que te entiendan los criollos. Me parece que en eso todavía no estamos a la altura de las circunstancias y por eso a veces nos lastiman las operaciones de los cercanos al mamerto (Macri). No porque tengan nivel ellos sino porque detrás de ellos, los mandantes de ellos, tienen mucha plata, y hay periodistas que cobran para jugar de esa manera y decir cualquier gilada. — Recién hablamos de los presos, ¿qué otro tema se manejó mal desde la comunicación? — Nada, nada, no tengo interés tampoco en revolverlo eso. Por ahí uno diciendo esto le llama la atención a los que se tienen que hacer cargo del tema, que se pongan el sayo de una vez por todas y se hagan cargo de esa discusión. Me parece que lo dejan demasiado solo al Presidente en eso. — ¿Cree que la Argentina puede recuperar la senda del crecimiento si cae en default? — Yo tengo que creer forzosamente que Argentina no va a caer en default. Porque además el presidente y su ministro tienen esa vocación. Con lo cual estoy imbuido de un gesto absolutamente positivo y optimista de que las cosas se van a poder encauzar. Ahora, locuras no se pueden hacer. La porquería que hicieron el mamerto (Macri) y toda la banda, que se han dedicado a hacer negocios y a afanar para ellos, sus familias y sus amigos cuesta mucho desarmarla y eso es lo que Alberto está haciendo. — En las redes sociales se lo nota bastante molesto cuando los funcionarios del Gobierno anterior recomiendan medidas, como Bullrich... — Pero cómo te va a dar un consejo Bullrich. ¿Qué consejo te puede dar? Cuál destapador es mejor que el otro. ¿Qué otro consejo te puede dar? — La oposición está poniendo mucho énfasis en el levantamiento de la cuarentena en las actividades productivas. — Es más fácil ir abriendo el juego en otros lugares que no sean CABA y el conurbano porque la cantidad de gente que vive allí es tan importante que no te permite resolver las cosas, entonces tenés que ser muy prudente. Y a esto, después de la explicación que te dio el Presidente ayer, ¿hay que escucharla a Bullrich? ¿A Cornejo? Si no entienden un carajo, qué vas a escucharlos. 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Aníbal Fernández: “El primer cacerolazo me sorprendió por la cantidad de gente, pero el mensaje era estúpido”
En una entrevista con Infobae, el ex jefe de Gabinete de Cristina Kirchner y actual interventor Yacimientos Carboníferos Río Turbio fustigó a la presidenta del PRO Patricia Bullrich y reconoció que el Gobierno “hace prensa pero no comunica”