Internacionales

Por qué Chile y Uruguay miraron a tiempo las lecciones de Corea del Sur para hacer frente al coronavirus

El director del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, destacó las medidas tomadas por ambos países latinoamericanos en medio de la pandemia de COVID-19

Mientras América Latina intenta contener la propagación del coronavirus, Chile es uno de los casos de referencia por estos días ya que, pese a registrar uno de los mayores índices de contagios de la región, tiene una tasa de mortalidad similar a la de países como Corea del Sur. Luis Alberto Moreno, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destacó precisamente la labor de Chile y Uruguay desde el inicio de la pandemia. En diálogo con el programa de Moisés Naím, el colombiano remarcó que esos dos países sudamericanos observaron a tiempo “las lecciones de Corea del Sur”. “Empezaron muy rápidamente a comprar equipo, pero sobre todo a hacer muchísimas pruebas”, indicó. Esto último es una de las claves para que Chile presente una de las tasa de mortalidad más bajas de la región: la cantidad de pruebas realizadas. Según cifras del gobierno de Sebastián Piñera, en promedio se están realizando unas 3.000 pruebas de diagnóstico por día. De acuerdo a datos de la Universidad Johns Hopkins, hasta este miércoles el país reporta 11.296 infectados, siendo el tercero con mayor índice en América Latina, detrás de Brasil y Perú. No obstante, el número de muertos es de 160. Uruguay, por su parte, cuenta con 543 casos de contagios, y apenas 12 muertos, uno de los registros más bajos de víctimas. A fines de febrero y principios de marzo, la cantidad de nuevas infecciones de coronavirus en Corea del Sur estalló de una decena de casos a unas centenas y varios miles. En el punto máximo, los trabajadores de la salud identificaron 909 casos nuevos en un solo día, el 29 de febrero, y el país de 50 millones de personas estuvo al borde de la saturación. Sin embargo, menos de una semana después, la cantidad de casos nuevos se redujo a la mitad. En solo cuatro días, volvió a disminuir un 50 por ciento. En cuatro días, había sucedido de nuevo, al igual que al día siguiente. El 1 de marzo, Corea del Sur reportó solo 64 casos nuevos, la menor cantidad registrada en casi un mes, incluso mientras las infecciones en otros países continuaban creciendo a diario con miles de casos nuevos, devastando los sistemas sanitarios y las economías. Corea del Sur es uno de los únicos dos países con brotes importantes, junto con China, que ha logrado aplanar la curva de nuevas infecciones. Y lo ha hecho sin las restricciones draconianas de China a la libertad de expresión y movimiento, ni con cierres económicamente dañinos como Europa y Estados Unidos. Esas lecciones, aunque distan de ser sencillas, parecen ser relativamente directas y costeables: acción rápida, pruebas generalizadas y rastreo de contactos, así como el apoyo crítico de los ciudadanos. El país asiático incluso fue destacado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por numerosas autoridades sanitarias internacionales. “Corea del Sur está demostrando que se puede derrotar al COVID-19 con salud pública inteligente y dinámica”, sostuvo Scott Gottlieb, ex comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos.

To Top