Seguridad

Coronavirus: siguen llegando argentinos de China sin control y el Gobierno dice que apela al "autocontrol"

Clarín habló con una joven que acaba de arribar a Ezeiza y cuenta su experiencia. Un prestigioso infectólogo argentino cuestiona la política oficial sobre el tema y también a la OMS.

“Recién salí de Ezeiza y no tuve ningún control. Sólo vi unos posters que dicen que tengas cuidado con el coronavirus”. Palabras más, palabras menos, la descripción de Constanza sobre su arribo este martes al Aeropuerto Internacional “Ministro Pistarini” es similar a varias otras que estuvieron circulando en las últimas semanas, pronunciadas por argentinos recién llegados de China que se sorprendieron ante el nulo control de las autoridades locales de Salud. La ironía cae de madura. Porque lo que podría ser un argumento a favor, es decir, que “total a esos turistas los controlan en los aeropuertos donde triangulan”, se vuelve fatalmente en contra de tanta pasividad. Y así es como, a los ojos de los locales, la obligación de pasar por aeropuertos de países “serios”, termina redundando en esa especie de inefable vergüencita tercermundista, producto de poner en la balanza el control-zero del lado de acá con los exhaustivos procedimientos en otras partes del mundo. Constanza, joven de 23 años, licenciada en Relaciones Internacionales, que había viajado a Beijing para hacer un curso de idiomas, contó a Clarín que residió en China desde agosto hasta el 3 de febrero, cuando voló a Corea del Sur, en un breve viaje de paseo: “Mientras estaba en Seúl, de la universidad donde estudiaba en Beijing me informaron que ya no podría volver a entrar a China, por el coronavirus. Por eso decidí volver a Argentina”. En el aeropuerto de Ezeiza se pueden ver algunos trabajadores con barbijos, pero en lo formal no hay procedimientos de control de parte de Salud. Foto: Federico Imas “Como mi vuelo era vía Estados Unidos (siguió), debí quedarme una semana más en Corea, para completar los 15 días que exige ese país de cuarentena fuera de China. Pero, igual, en el aeropuerto estadounidense me demoraron con preguntas, formularios y controles de Salud. Acá en Argentina, nada. Yo tenía barbijo y la gente me miraba, pero no me preguntaron nada”. Unos días antes de que Constanza viajara a Corea, en enero, su padre y su hermano Iñaki, estudiante de periodismo de 19 años, viajaron a China para visitarla. Iñaki habló con Clarín sobre su llegada a Ezeiza, el 29 de enero: “Para salir de China tomamos el subte y en el aeropuerto nos tomaron la temperatura y nos hicieron llenar un formulario declarando síntomas, datos personales… de todo. Luego paramos en Doha (capital de Catar), donde nos hicieron pasar por unas cámaras de alta resolución. Había médicos que veían que si alguno tenía algún síntoma. Pero después llegamos a Ezeiza y nada. No hicieron ningún control. Sólo el de Aduana me preguntó de dónde veníamos y revisó las valijas. Nada fuera de lo normal”. Desde el Ministerio de Salud explicaron a Clarín que estimulan al “autocontrol” y que la falta de una guardia de Salud en Ezeiza se sustenta con tres argumentos. El más comprensible quizás sea el primero: que no existe una orden o recomendación de la Organización Mundial de la Salud ​(OMS) sobre controlar la temperatura o demás síntomas en los aeropuertos. Consultado por este tema, Eduardo López, médico infectólogo, jefe del departamento de Medicina del Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”, opinó “que la OMS dice al mismo tiempo que no discriminemos y dejemos que todos suban a los ómnibus, pero que quienes estén a un metro y medio de alguien infectado con coronavirus pueden contagiarse. Es un poco contradictorio…” El segundo argumento (quizás el más endeble) al que apelaron en Salud es que no hay vuelos directos desde China. Al respecto, López fue claro: “Las personas que van a China tienen que triangular por Europa o por Brasil, o por los Emiratos. En algunos de estos lugares les toman la temperatura y los interrogan, pero tomar la temperatura en París no garantiza que el individuo llegue a la Argentina sin fiebre”. El médico agregó que “la mayoría de los aeropuertos ha implementado la toma de fiebre y algún tipo de interrogatorio. Estados Unidos lo tiene en 15 aeropuertos internacionales. Lo mismo España, Francia, Inglaterra… A título personal, para cumplir con la detección de lo que el Ministerio denomina ‘caso sospechoso’, alguna información usted tiene que obtener. De dónde vienen, dónde triangularon los pasajeros. O al menos poner carteles informativos explicando que si usted se siente de tal modo, debería ver un médico”. Por fin, fuentes del Ministerio de Salud aportaron un tercer argumento: que no es recomendable “disparar una situación” por una persona que quizás tenga gripe o fiebre por cualquier otro motivo, y que en verdad no está contagiada con coronavirus. Según López, tampoco esta explicación es del todo atendible: “Los carteles quizás darían tranquilidad y tomar la fiebre no debería generar una falsa alarma. O preguntar, para tener al menos algún dato. No es alarmista sino algo que se está haciendo de rutina en todos los grandes aeropuertos”. “Ya dije en los medios que creo que la Argentina tiene un riesgo bajo de ser afectada por el coronavirus, pero es posible que aparezca algún caso sospechoso y por lo tanto no me parece mal informar y aconsejar que si vienen de la provincia de Hubei o de las provincias chinas limítrofes y tienen algún síntoma, consulten inmediatamente un médico”, explicó López, y concluyó: “Incluso tomar la fiebre a los pasajeros que vengan de esas zonas, no me parece ni discriminatorio ni exagerado. Creo que tiene que primar el sentido común”. Colaboró: Claudio Andrade PS​ COMENTARIOS Comentarios CARGANDO COMENTARIOS Para comentar debés activar tu cuenta haciendo clic en el e-mail que te enviamos a la casilla ¿No encontraste el e-mail? Hace clic acá y te lo volvemos a enviar. Para comentar nuestras notas por favor completá los siguientes datos.

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