Cuando todavía no había asumido como presidente de la Nación pero ya había sido electo, Alberto Fernández le dijo a Evo Morales que recién después del 10 de diciembre podría ayudarlo y refugiarlo en la Argentina. Mientras tanto, intercedió ante otros presidentes de la región. De México, donde Morales estuvo desde la interrupción de su mandato, llegó a Ezeiza el 12 de diciembre, dos días después de que Fernández y Cristina Kirchner prestaran juramento. Tras varias apariciones públicas del dirigente del MAS, la UCR estudia una fórmula legislativa para empujar su salida. Hoy hubo un duro comunicado firmado por el presidente y la vice del partido, Alfredo Cornejo y Alejandra Lorden. En el texto, los radicales señalan que para mantenerse como refugiado debía prescindir de las declaraciones o actividades políticas. Lo había dicho incluso la Cancillería, aunque luego corrigieron la información. El propio presidente Alberto Fernández lo invitó a cenar a la residencia de Olivos y lo defendió en reiteradas oportunidades. Además, Morales concedió varias entrevistas y disertó ante referentes de la CTA, la CTEP y otras organizaciones o referentes políticos que lo apoyan. También pronunció un discurso improvisado desde una terraza del barrio de Liniers ante la comunidad boliviana que reside en esa zona de la ciudad de Buenos Aires. El título del comunicado oficial es elocuente. “¿Podemos seguir “refugiando” a Evo Morales?" La pregunta tiene entre comillas al status del boliviano. “El ex presidente de Bolivia, Evo Morales, se encuentra en nuestro país en calidad de refugiado, amparado por el Poder Ejecutivo y, al parecer, con una sola condición: “No hacer declaraciones políticas”, señalan Cornejo y Lorden. Y continúan: “Morales hizo todo lo contrario. Visitó la Quinta de Olivos, concedió todo tipo de reportajes a diferentes medios de comunicación, participó de actos políticos. Hoy se destacan sus últimas declaraciones en las que asegura que hay que “organizar como en Venezuela, milicias armadas del pueblo”. “Desde Bolivia llegaron múltiples repudios a los dichos del ex presidente Morales. Desde el Gobierno que lo refugió, nada”, sigue la carta de los radicales que concluye que “las declaraciones de Morales atentan contra la paz y la democracia del país vecino, que está en pleno proceso de normalización de sus instituciones. Las amenazas de su ex mandatario no ayudan en nada a los bolivianos”.
La UCR quiere que Evo Morales se vaya del país y presionará desde el Congreso
Tras varios actos y declaraciones políticas, el radicalismo cuestionó su calidad de refugiado. Harán una presentación legislativa para pedir su salida