Abu Bakr Al Baghdadi vio la primera luz de su vida el 28 de julio de 1971 en Samarra, a unos 120 kilómetros al norte de Bagdad, Irak, en el seno de una familia rigurosamente sunita. Nacido bajo el nombre de Ibrahim Awwad Ibrahim Ali al-Badri al-Samarrai, escogió su identidad de guerra en honor al suegro de Mahoma, primer califa del Islam, Abu Bakr Al Siddik. Doctorado en estudios islámicos por la Universidad de Bagdad, se autoproclamó califa universal y pidió que todos los clérigos del mundo musulmán lo obedezcan. Era 2014 y había hecho su aparición internacional luego de que el grupo terrorista que comandaba, Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) espantara al mundo con las atroces ejecuciones que él mismo ordenara en Irak y Siria. En sus inicios, esa organización criminal formó parte durante años de Al Qaeda y luego de que su nombre se hiciera conocido en todo el planeta fue catalogado como el sucesor del mismísimo Osama Bin Laden, antiguo jefe de la milicia islámica. Formado en lo más radical del islamismo, Al Baghdadi inició su carrera fundamentalista en 2003, durante la invasión de los Estados Unidos a Irak, donde finalmente cayó Saddam Hussein, antiguo dictador de aquel país. En la frontera con Siria, el jefe de ISIS comenzó a diferenciarse cada vez más del comando central de Al Qaeda hasta que finalmente se independizó definitivamente y creó el Estado Islámico de Irak y Siria, o Estsado Islámico del Levante. Finalmente, el mundo lo conocería como Estado Islámico o sus siglas ISIS, en inglés. El 29 de junio de 2014, Al-Baghdadi se nombró a sí califa realizando de esa manera su primera aparición pública cinco días después en la oración del viernes 4 de julio de 2014 en la Gran Mezquita de Mosul. En un video que recorrió todas las cadenas informativas del mundo, puede observárselo al jefe criminal en un púlpito hablándole a los demás fieles con una nigérrima túnica. Durante sus años de apogeo, Al Baghdadi comandó atrocidades que aterrorizaron al mundo y llevaron a las grandes potencias a intervenir severamente en aquellos dos países donde su presencia era más importante. Sin embargo, las misiones de ejecuciones, torturas y aniquilamiento de otras minorías no sólo se desarrollaron en Medio Oriente. ISIS había decidido exportar sus crímenes al resto del planeta. Fue así que se condujeron diversos atentados en Europa. Francia, Alemania, Bélgica y el Reino Unido fueron alcanzadas por células terroristas que respondían a su califa provocando ríos de sangre a su paso. Los atentados en París, donde murieron 137 personas y otras 415 resultaron heridas, fue el acto más sanguinario que ejecutó Al Baghdadi fuera de Irak y Siria. En aquellos países la limpieza étnica había diezmado comunidades enteras de cristianos y yazidíes, principalmente. A medida que el poder de fuego del Estado Islámico se iba terminando y su ejército irregular iba siendo ultimado tanto por la Coalición Internacional comandada por los Estados Unidos -por un lado- y el bloque comprendido por Rusia, Siria e Irán por el otro, sus acciones se vieron reducidas a la participación de lobos solitarios que aparecían en diversas ciudades y decían ser parte de la agrupación islamista.
De las atrocidades en Siria e Irak a aterrar al mundo en París: quién era Abu Bakr Al Baghdadi, jefe de ISIS y “sucesor” de Osama Bin Laden
De confirmarse la información de que finalmente un grupo comando norteamericano terminó con su vida en la norteña provincia siria de Idlib, habrán sido cinco los años de liderazgo al frente del Estado Islámico. Durante ese tiempo, varios reportes lo habían dado por abatido