Economía

La intervención de Correo Argentino reveló que los Macri le mintieron a la Justicia

El primer informe del interventor del Correo deja expuesta una posible maniobra fraudulenta del grupo empresarial.

El interventor designado a dedo en Correo Argentino presentó su primer informe y reveló, tal vez sin que fuera su intención, que los Macri mintieron en relación al vínculo entre Sideco Americana, una de sus empresas clave, y Correo Argentino. El dato clave que revela el informe del interventor es que el 21 de diciembre de 2016 Sideco Americana le vendió sus acciones en Correo Argentino a Socma Americana, que es a su vez accionista mayoritaria de Sideco Americana. Las famosas mamushkas empresariales. Por ende, con esta operación, Sideco Americana dejó de ser accionista de Correo Argentino, tal como detalla el informe al que accedió El Destape. Sin embargo, en el expediente constan documentos que dicen lo contrario. Por ejemplo, el 8 de agosto de este año, es decir, dos años y medio luego de la venta de esas acciones, el presidente de Sideco Americana Edgardo Poyard afirmaba que ésta aún tenía acciones de Correo Argentino y por eso no le cobraba una deuda entre esas empresas. Poyard es presidente tanto de Sideco Americana como de Socma Americana. Poyard, en esa nota, afirma: “que, mientras la Sociedad que represento continúe -sea en forma directa y/o indirecta- siendo accionista de Correo Argentino SA, la deuda existenta y/o la que pueda siscitarse, no será exigible en tanto y en cuando Correo Argentino SA no haya cumplido y satisfecho el pago de las deudas concursales”. Esta mentira es relevante porque gira en torno al vaciamiento de Correo Argentino, que derivaba dinero a sus controlantes mientras seguía sin pagar sus deudas, algo que descubrió la fiscala general Gabriela Boquin. En concreto, se abre un interrogante: ¿es una de las tantas mentiras que se acumulan en el expediente o fue una maniobra para que Sideco sí le cobre la deuda a Correo Argentino y continuar con el vaciamiento?Correo Argentino, empresa sin actividad, registraba gastos hacia Sideco Americana, una de sus controlantes. Existe un contrato  entre Correo Argentino y Sideco Americana que comenzó en 2012, donde la primera le pagaba alquiler a su propio dueño. El precio pactado eran 18.000 dólares mensuales. Para el momento que firmó ese contrato, Correo Argentino tenía 3 empleados, no tenía actividad y no podía producir ganancias. Es decir, era un gasto innecesario. Este fue uno de los tantos gastos que la fiscala Boquin identificó como parte del vaciamiento de Correo Argentino. La propia jueza Marta Cirulli, que está imputada en la causa penal donde se investiga ese vaciamiento, escribió que ese contrato de alquiler no se paga desde octubre de 2014 y no se factura desde febrero de 2016. La fecha del fin de facturación es significativa, ya que en junio de 2016 fue que los Macri hicieron la maniobra para avanzar con la condonación de su deuda con el Estado. Como son parte el mismo holding, la jueza había pensado que Sideco Americana le estaba dando servicios gratis a Correo, ya que ser trata de un alquiler de oficinas, pero luego, por la propia información que brindó Correo Argentino, descubrió que no era así. Esto, escribió Cirulli, “permitió colegir: *que no había gratuidad alguna, *que se seguía devengando un canon locativo, y *que se estaba generando un pasivo postconcursal desconocido”. O sea, se siguió acumulando deuda entre Correo y Sideco Americana. La jueza requirió la información sobre esto a los Macri pero, según el escrito al que accedió El Destape, la familia “guardó absoluto silencio” sobre este “pasivo ocultado”. Ahora, con los datos que surgen del informa del interventor, se sabe que Sideco Americana dejó de ser accionista de Correo Argentino en diciembre de 2016, justo después de la maniobra para la condonación de la deuda. El interventor de Correo Argentino es Carlos Ángel María Ferrario. En realidad es un coadministrador, nombrado a dedo por la jueza Cirulli y que comparte la gestión de la empresa con la conducción que llevó adelante todas estas maniobras de vaciamiento. Es posible que el interventor Ferrario no tuviera la intención de dejar al descubierto esta nueva irregularidad. Tal como informó El Destape, Ferrario fue designado a a dedo, sin el sorteo legal. Es un ex juez comercial que trabaja en un estudio de la city porteña y es árbitro de la Bolsa de Comercio. Un perfil conservador, del establishment, del que Mauricio Macri no deberá estar tan preocupado. Su primero informe, sin embargo, ya deja a la familia Macri en offside. Ferrario concluyó que “la sociedad se reúne periódicamente, que la sociedad no realiza actividad consistente con su objeto social y que el último balance aprobado corresponde al ejercicio cerrado al 31 de diciembre de 2017”. El interventor aclara que “lo expuesto constituye información parcial y preliminar proporcionada por la concursada” y que dará más detalles en futuros informes. El coadministrador Ferrario asegura que, como la empresa no tiene ingresos, sus gastos fueron asumidos con “fondos proporcionados por sus accionistas de la clase B”, es decir, por Socma. Y detalla que Correo le debe a Socma 21 millones de pesos y a Sideco otros 3 millones, aclarando que ésta última ya no es accionista. Socma es entonces el único accionista de Correo Argentino además del Estado. Será por eso que el ex ministro de Comunicación Oscar Aguad tuvo un fallido en una reciente ante una tribuna periodística que desconocía la causa y dijo que la propuesta de pago la hizo Socma.

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