A través de distintos interlocutores, desde el Ministerio de Seguridad de la Nación mantuvieron contactos con jueces que fueron espiados y confirmaron que personal de esa dependencia ingresó a las bases de la Dirección Nacional de Migraciones para conocer sus entradas y salidas del país de forma ilegal. La cartera que conduce Patricia Bullrich está en la mira de la Justicia, que investiga a distintas dependencias del Gobierno para determinar si “desplegaron actividades de espionaje e inteligencia ilegal” contra 21 magistrados. Por tal motivo, distintos funcionarios de Seguridad se comunicaron con algunos de los espiados. Tal como reveló El Destape, desde el ministerio a cargo de Bullrich se ingresó a la Dirección Nacional de Migraciones para conocer los viajes que realizaron los jueces Ana Figueroa y Mariano Llorens. A Figueroa, jueza de la sala I de la Cámara Federal de Casación Penal, la espiaron el 12 de enero de 2018, unos días antes de que la camarista fuera citada por el Consejo de la Magistratura por una denuncia en su contra y a un mes de que se publicara en el diario La Nación una nota titulada: “Ana María Figueroa: la camarista más ‘apuntada’ por el oficialismo”. A Llorens le consultaron sus partidas al exterior el 28 de agosto de 2018. Según pudo reconstruir El Destape, el ingreso en este caso se realizó con el usuario de Carlos Manfroni, director de investigaciones internas del Ministerio de Seguridad, área que depende de la Unidad de Coordinación General. Manfroni habría aducido que él no fue quien realizó la tarea porque estaba de licencia al momento de los hechos, algo que deberá constatar la Justicia. También hubo ingresos a Migraciones desde fuerzas de seguridad que dependen de Patricia Bullrich como Gendarmería (consultó por las salidas del país de Casanello), Policía Federal (María Romilda Servini de Cubría y Sabrina Namer) y Prefectura (Sergio Paduczak). En los restantes 15 casos participaron usuarios que utilizan la UIF y AFIP, entre otros organismos. Ante el escándalo, algunos de los espiados se contactaron con funcionarios del ministerio de Seguridad para confirmar la información que publicó este medio. Más tarde, el ministro de Justicia, Germán Garavano, se transformó en el vocero oficial del Gobierno para intentar calmar los ánimos en los tribunales federales de Comodoro Py. Garavano dijo estar preocupado por las tareas de inteligencia ilegal que se realizaron y aseguró que instruirán sumarios internos para dilucidar qué sucedió. El usuario que se utilizó para ingresar a las bases de Migraciones en el caso Llorens es Carlos Manfroni. Tal como publicó Horacio Verbitsky tres días después de que asumiera el gobierno macrista, Manfroni fue columnista del mensuario Cabildo durante la última dictadura militar. En aquella revista que defendió al terrorismo de Estado llegó a publicar que “la democracia y la libertad son productos de la hedionda Revolución Francesa, que para peor también fabricó el amor a la Humanidad, puro onanismo intelectual”. Que “el progresismo es un infeccioso mal”. También, como recordó Verbitsky, no tuvo pudor en afirmar que “la ‘filosofía’ del rock conduce al deseo desesperado de la muerte e induce al suicidio, como lo demuestran las letras de las canciones de Charly García, Spinetta y Moris. Ofrece la posibilidad de convertirse en un animal o un marica”. Tras la difusión de sus afirmaciones, Charly García lo cuestionó duramente y, si bien ensayó un pedido de disculpas, no pudo asumir en la función que Bullrich pretendía en diciembre de 2015. Con el tiempo se reacomodó.
