Política

Cambridge Analytica hizo trabajos para el Pro antes de la campaña de 2015

El equipo del PRO contrató los servicios de Cambridge Analytica en la antesala de la campaña presiden

El equipo del PRO contrató los servicios de Cambridge Analytica en la antesala de la campaña presidencial de Mauricio Macri de 2015, como así también mantuvo reuniones laborales en los meses previos a los comicios legislativos de 2017, aunque en esa ocasión no fructificaron. ¿Por qué? Porque para esa fecha, la oferta de la consultora británica de minería de datos ya había sido equiparada por los expertos propios del PRO, según surge de los testimonios de 12 fuentes argentinas, inglesas y estadounidenses que dialogaron con LA NACION durante los últimos meses. Esos contactos ocurrieron antes del escándalo global por el manejo de datos personales en el que se vio involucrada la empresa en 2018. Liderados por Alexander Nix, al menos otros dos ejecutivos de Cambridge Analytica viajaron a Buenos Aires, repetidas veces durante los últimos años, donde también se reunieron con referentes del kirchnerismo. Ya fuera porque los sondearon para contratarlos -según la versión que ofrecieron a LA NACION desde el lado británico-, o porque buscaron tentarlos con sus servicios y hasta propusieron la tarifa tentativa, de acuerdo a la respuesta de allegados a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Ex-CEO de Cambridge Analytica y ex director de su empresa madre, Strategic Communication Laboratories (SCL), Nix conoce la Argentina desde hace más de dos décadas. Arribó por primera vez a los 23 años, jugó al polo, desarrolló contactos y amistades que lo conocen como "Bertie" y hasta novió con una argentina, según los relatos de tres fuentes. Y fue en Buenos Aires, también, donde Cambridge Analytica cosechó sus primeros proyectos. "Trabajamos en la Argentina", admitió Nix al comparecer ante un comité selecto del Parlamento británico que comenzó a investigar las actividades de Cambridge Analytica. Afirmó que hubo tratativas para desarrollar "una campaña anti-Kirchner", aunque obvió decir quién lo contrató "por razones de confidencialidad". Se limitó a decir que "nunca" trabajó para Paul Singer, en alusión al referente del fondo Elliott, uno de los mayores controlantes de títulos de la deuda soberana argentina en default durante el kirchnerismo. ¿Qué expertise ofrecía, por entonces, Cambridge Analytica? Acceder a datos personales de decenas de millones de usuarios de Facebook para con esos datos tratar de influenciar en campañas publicitarias y políticas. Entre otras, las elecciones presidenciales de 2016, que ganó Donald Trump, y el referéndum (Brexit) que ese mismo año definió que el Reino Unido se marcharía de la Unión Europea. Operaciones que, al igual que decenas más en otros países de todo el mundo, incluida la Argentina, comenzarían a salir a la luz en marzo de 2018. Dos meses después cerró sus puertas, aunque Nix y su equipo aún ofrecen sus servicios, según reconstruyó LA NACION. "No me reuní con ellos. Es un delirio. Lo niego -dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña-. Alguien me acercó la propuesta, pero como las de tantos otros proveedores extranjeros. Nunca me junté con nadie extranjero por temas de 'big data', que no sirven en la Argentina". Pero ante el comité del Parlamento británico que lo citó en junio de 2018, Nix solo dijo parte de la verdad. Antes de las elecciones presidenciales de 2015, Singer se reunió en Nueva York con el británico, quien tomó notas de lo conversado, según relataron a LA NACION tres personas que accedieron a ese manuscrito, ahora bajo custodia del Parlamento británico. LA NACION contactó a voceros de Singer, que negaron haber trabajado "en ningún tema y en ningún momento" con Cambridge Analytica, incluido en lo relacionado con la Argentina. ¿Qué escribió Nix en ese "memo"? Que Cambridge Analytica debía desarrollar 200 perfiles psicográficos de los argentinos recurriendo por Facebook al test "Ocean" de personalidad, que debía orquestar "operaciones clandestinas" contra el kirchnerismo y utilizar, llegado el caso, "todos los medios necesarios" a su alcance para que esa facción política perdiera las elecciones de 2015. "Nos pidieron que desarrolláramos una estrategia para remover al kirchnerismo del poder y alentar un cambio de gobierno", indicó desde el hemisferio norte a LA NACION una fuente que trabajó junto a Nix durante esos años. "Eso implicaba fomentar un 'movimiento de bases' y aumentar el apoyo a Macri, que necesitaba mucha ayuda, porque no tenía mucho apoyo popular", rememoró. Datos sobre la reunión entre Nix y Singer terminaron en las manos de Damian Collins, presidente del comité del Parlamento británico, quien dialogó con LA NACION ( ver aparte). Pero tanto la fuente que trabajó con Nix durante años como otras al tanto de sus operaciones consultadas por separado por LA NACION coincidieron en que las tratativas con Singer no fructificaron, por lo que Nix y sus colaboradores no desplegaron operaciones encubiertas contra el kirchnerismo a pedido de los holdouts. Pero, por separado, los británicos sí trazaron sus propios puentes de con el equipo de campaña del PRO. "Las reuniones existieron", confirmó un ladero de máxima confianza de Macri, que explicó por qué le abrieron la puerta a Nix y sus acólitos. "En aquel momento todavía no había estallado el escándalo alrededor de Cambridge Analytica, ellos ofrecían de todo. y las ganas nuestras de llegar eran tremendas", rememoró el informante. Nix voló a Buenos Aires con dos colaboradores, Alex Tayler -máximo responsable del manejo de datos de Cambridge Analytica- y Mark Turnbull -director gerente de SCL Elections-, quien quedó a cargo de las comunicaciones con los argentinos. Entre otros, con Federico di Benedetto, por entonces a cargo de los callcenters con los que el PRO buscó llegar de manera directa a los votantes y actual subsecretario de Comunicación porteño, desde donde lidera la estrategia digital del jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, según confirmaron cinco personas involucradas, desde ambos lados del Atlántico, a LA NACION. Di Benedetto aparece citado como "Fede" en algunos de los documentos recolectados por el comité del Parlamento británico que investigó el rol de Cambridge Analytica y se reunió en Londres con el diputado nacional por el Frente para la Victoria (FPV), Leopoldo Moreau. ¿En qué documentos aparece Di Benedetto? Entre otros, en los borradores de contratos que el PRO negoció con Cambridge Analytica, y en múltiples correos electrónicos que los ejecutivos basados en Londres intercambiaron con funcionarios del PRO, según reconstruyó LA NACION, que contactó a Di Benedetto, pero no obtuvo respuestas. Las reuniones se desarrollaron en Buenos Aires y en Miami, por donde se habría canalizado parte del pago de los servicios prestados por Cambridge Analytica y que una versión cifró en los US$300.000, triangulados. ¿Qué servicios? "Desarrollar una gigantesca base de datos de los ciudadanos de Buenos Aires con toda la información posible", precisó a este diario la fuente que trabajó codo a codo con Nix, mientras que una segunda voz aclaró: "Al final hicimos cosas puntuales y se habló de sumarnos a la campaña presidencial pero nuestros servicios eran muy caros. Les hubiera costado hasta 3 millones de dólares". ¿Qué sí hizo Cambridge Analytica para el PRO? "Digamos que ayudar a determinar qué votantes ya estaban 'perdidos' para el PRO y que por tanto no valía la pena dilapidar recursos en ellos y cuáles podían ser 'infectados' con información para convencerlos", precisó a LA NACION un colaborador de Nix que se reunió con funcionarios argentinos. "Pero aclaremos que nos movimos por una zona 'gris' que por entonces no estaba regulada y mucho menos penalizada", afirmó. Aunque no obtuvo el contrato mayor durante la campaña presidencial de 2015, las perspectivas de Cambridge Analytica en la Argentina parecían tan prometedoras que Nix evaluó abrir oficinas en Buenos Aires, según rememoraron desde Londres, más allá de la representación simbólica que ya había fijado en el domicilio de la abuela de su socio local, Lucas Talamoni. Algo similar ocurrió en 2017, cuando Gastón Douek, el socio de Guillermo Seita que trabajaba como consultor electoral de Sergio Massa se contactó con Turnbull y acordaron reunirse en Buenos Aires entre el 18 y 22 de marzo, pero el británico canceló a último momento. "Mi interpretación es que nos terminó cancelando porque cerró con alguien más en los primeros días de su visita", dijo Douek ante la consulta de LA NACION. Ese "alguien" continúa en las sombras. Algunos reportes periodísticos locales señalaron al jefe de Gabinete, Marcos Peña, pero él lo negó ante la consulta directa de LA NACION. "Es falso. No me reuní con ellos. Es un delirio. Lo niego", replicó. "Tomamos la decisión de no trabajar con 'big data' a nivel nacional porque con Jaime (Durán Barba) consideramos que no sirve. Sí en Estados Unidos, pero es otro contexto. Acá es humo puro", señaló. En cualquier caso, al igual que en sus negociaciones con Singer en Nueva York o con un eventual gran contrato para las presidenciales de 2015, si hubo flirteos en 2017 no prosperaron. "Ya no nos necesitaban", aclaró un colaborador de Nix que continúa en contacto con él. "Lo que podíamos ofrecer ya lo estaban desarrollando con equipos propios". Pocos meses después, estalló el escándalo que llevó al derrumbe a Cambridge Analytica y al gobierno de Estados Unidos a aplicarle una multa de US$5000 millones por violar la privacidad de sus usuarios. Pero Nix siguió adelante. Montó Emerdata y continuó con sus viajes a la Argentina. La última vez que anduvo por Buenos Aires fue el 15 de abril de este año. Su socio local, Talamoni, buscó llegar a Peña para ofrecerle sus servicios, pero tampoco fructificó. "Alguien me acercó la propuesta, pero como las de tantos otros proveedores extranjeros", confirmó Peña, que dijo que les cerró la puerta. "Nunca me junté con nadie extranjero por estos temas (de 'big data'), que reitero que no sirven en la Argentina", insistió. Pero Nix no se amilana por las puertas que se cierran. Volverá a la Argentina. Por negocios y por placer. Su próximo viaje sería en noviembre para disfrutar del Campeonato Abierto de Polo.

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