Política

Kicillof: "Alberto forma parte de nuestro espacio, pero no pensamos igual "

El candidato del Frente de Todos admite sus diferencias con Fernández en temas económicos, pero dice que él no intervendrá; señala que ahora hay 4 millones más de pobres en el país que en 2015

Con una confianza contenida ante lo que según intuye será un triunfo, Axel Kicillof, candidato a gobernador bonaerense del Frente de Todos, admitió diferencias con el postulante presidencial de su espacio, Alberto Fernández, y dijo que hubo "errores" durante su gestión como ministro de Economía de Cristina Kirchner. Consideró, sin embargo, que el actual gobierno nacional empeoró la situación. "Alberto forma parte de nuestro frente, pero no pensamos exactamente igual", dijo en una entrevista con LA NACION, en la que trató de enfocarse en su rol como candidato a gobernador, sin detenerse en discusiones sobre política económica. -¿Qué alternativas maneja para abordar la problemática social del conurbano? -El factor ordenador es el empleo. Hay que mejorar las condiciones de la producción y el trabajo. La solución es más Estado, en salud, educación e infraestructura, y más producción, para la generación de empleo, ingresos e inclusión social. Es difícil que alguien no coincida, pero el gobierno actual hace todo lo contrario. Se pierden 1200 empleos y cierran 140 pymes por mes en la provincia. -¿Cómo califica la situación de inseguridad en el conurbano? -Los datos de la Procuración reflejan un deterioro muy fuerte. Hay un divorcio entre la publicidad y los hechos, tanto en obras, en vialidad y en cloacas como en la seguridad. La política que aplicó Vidal no funciona por dos cosas. Por un lado, si aumentan el desempleo, la pobreza y el hambre, eso no va a mejorar la seguridad. Por otro, el presupuesto en seguridad y justicia cayó un 29% en términos reales desde 2015. Esto se refleja en una caída del 8% del poder de compra del sueldo de los policías. La baja remuneración trae otro tipo de efectos secundarios. -¿Qué medidas tomaría? -Hay que tener mayor atención presupuestaria. También hay cuestiones de capacitación y jerarquización de las fuerzas. En el segundo tramo de la campaña voy a hacer un anuncio de medidas. -¿Cuál es su posición respecto de los fondos de coparticipación que recibe la provincia? -Para modificar fuerte la infraestructura se necesitan más recursos de coparticipación y es algo que vamos a plantear. Cuando uno compara lo que recibía la provincia en 2015, sumando recursos de coparticipación y recursos no automáticos, ve que le fue muy mal en estos años. Vidal perdió, mientras Larreta ganó por goleada. El presupuesto de La Matanza es de $10.000 millones y tiene 2.100.000 habitantes. La ciudad de Buenos Aires tiene 2.800.000 habitantes y un presupuesto de $350.000 millones. Larreta tiene 35 veces más presupuesto que La Matanza. En la Capital rompen tres veces la vereda, ponen plantas en las paredes. Hay una inequidad muy fuerte. -Usted votó el año pasado una ley para retrotraer las tarifas. Como gobernador, ¿va a retrotraer las tarifas? -Vamos a anunciar una medida concreta más adelante. El espíritu es que, como dijo la Corte, las tarifas sean razonables. Tienen que guardar proporción con los ingresos de los trabajadores, de los jubilados, del sector productivo y comercial. En algunas zonas las tarifas superan el valor de los alquileres. El otro costado es la rentabilidad de las compañías. Edelap, por ejemplo, ganó $2800 millones en 2018, que fue el gasto conjunto de los municipios de Berisso, Ensenada, Brandsen, Magdalena y Punta Indio. No es lógico. -Apoyaron los reclamos salariales de los docentes ¿Les daría un aumento por encima de la inflación? -Los aumentos se van a definir en paritarias, no por decreto. La gobernadora tuvo una política espasmódica. Este año dio un aumento mayor para no tener problemas antes de las elecciones. En la campaña de 2015 Vidal dijo que el sueldo docente debía ser de $40.000. En el medio hubo un 200% de inflación. Esos $40.000 hoy deberían ser $120.000. El sueldo hoy es de $23.000. Quiero que recuperen poder adquisitivo. Habrá que dar la discusión. -¿Está de acuerdo con la propuesta de bajar la tasa de interés de las Leliq? -La tasa de las Leliq de los Estados Unidos, que son los bonos del Tesoro, acaba de bajar. Y Trump, que quiere defender el trabajo y la producción norteamericana, se quejó de que la bajaron poco. Y acá tenemos un gobierno que tiene la tasa más alta del mundo y dice que si bajara un punto sería una catástrofe. Me llama la atención. El Gobierno debería explicar cómo llegamos a esta situación desquiciada de una tasa del 60%. -¿Cree que el próximo gobierno va a tener que devaluar? -No lo sé. Hay que ver cómo estamos en diciembre. Lo que se nota es que el único programa económico que tiene este gobierno para las elecciones es que no haya devaluación. Están rifando todo para que no haya devaluación. No es que no hubiera tensiones y errores en el gobierno anterior. Pero todo lo que estaba bien lo rompieron y lo que estaba mal lo empeoraron. Los números de la UCA dicen que hay 4 millones de nuevos pobres. -Los números de la UCA dicen que en la última gestión de Cristina aumentaron los pobres. -Tomemos los 12 años del gobierno anterior, con los números de la UCA proyectados hacia atrás. En 2003 había 25 millones de pobres. En 2015, 12 millones, menos de la mitad. Ahora hay 16 millones. -Alberto dijo que Cristina dejó tres problemas, que atribuyó a su gestión en el Ministerio de Economía: el cepo cambiario, el déficit fiscal y la inflación. ¿Está de acuerdo con ese diagnóstico? -Alberto forma parte de nuestro frente, pero no pensamos exactamente igual. El terreno cambiario en la Argentina es una complicación. ¿Este gobierno cómo lo resolvió? Abriendo completamente la entrada y salida de capitales y tomando deuda a diez manos. Pasamos de tener una deuda del 40% del PBI al 95%. Pagamos un costo altísimo y ¿cuál fue la solución cambiaria... Ninguna. Tuvimos 300 puntos de devaluación. Hoy no hay problemas de acceso al mercado de cambios porque nadie puede ahorrar, y a muchos se les complica llegar a fin de mes o irse de vacaciones. Lo he discutido con Alberto. Esos tres problemas son cuestiones que atacamos. -El cepo lo mantuvieron... -No vengo a defender mi gestión. A mí me va a tocar ser gobernador. La persona que va a decidir sobre estas cosas es el presidente. En la provincia de Buenos Aires los problemas son el desempleo, el cierre de comercios, la falta de infraestructura edilicia en los colegios... -La pregunta es si puede resolver estos problemas el funcionario que fue responsable, según Alberto Fernández, de dejar aquellos tres problemas en la economía nacional. -Nadie dijo que la economía no tuviera problemas en 2015. Yo hubiera querido tener una industrialización más tecnológicamente avanzada, más competitiva, estar más integrado regionalmente, tener un sistema científico tecnológico mejor financiado, más robusto, hubiera querido tener mayor producción de energía. No éramos ni Suiza ni Alemania. Estábamos mejor que muchos países latinoamericanos, mil veces mejor de lo que estábamos en 2003. Pero había un 5, 9% de desempleo y 33% de informalidad. Es mucho. ¿Ahora cómo estamos? El desempleo se duplicó y la informalidad creció casi al 45%. -¿Qué opina de que el candidato a presidente no reivindique su gestión en Economía? -Tuve varias charlas con Alberto, antes de que los dos fuéramos candidatos, y llegamos a una conclusión compartida y es que había determinados problemas y las medidas que se tomaron no fueron caprichosas. Apuntaban a resolver esos problemas. Reconozco que algunas salieron mejor y otras peor. El problema de que periódicamente la Argentina se quede sin dólares existe. Es un problema muy complicado que no tiene soluciones mágicas. Nunca le reclamaría a nadie que diga que cuando criticó una medida del gobierno anterior no tenía razón, no es una pulseada. Ahora Alberto va a ser el presidente y posiblemente piense distinto que yo en muchas cosas. -¿Qué tan difícil sería gobernar la provincia con Macri de presidente? -Los resultados van a ser menos sencillos de obtener, porque si Macri sigue con esta política económica, va a ser muy difícil que pueda abrirse una empresa o que no cierren muchas de las que existen.

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