Pese a que se trata del territorio en el que la imagen de Mauricio Macri cayó fuerte por la crisis económica -en especial en algunas zonas del Conurbano-, María Eugenia Vidal logra imponerse en la pelea con Axel Kicillof por la gobernación de la provincia de Buenos Aires de cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del 11 de agosto. Según una encuesta realizada por la Management & Fit, que entrevistó a 500 personas, Vidal obtendría la reelección. Ante la pregunta "si la elección a gobernador fuera este domingo, ¿a quién se siente más próximo a votar", el 41, 9% respondió que lo haría por la candidata de Juntos por el Cambio, que va acompañada en el binomio por el radical Daniel Salvador. El presidente Mauricio Macri junto a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal y al Jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta durante la inauguración del viaducto del tren San Martín. Foto: Luciano Thieberger. Recibir newsletter La fórmula Kicillof-Verónica Magario no queda demasiado lejos. Reúne el 38%, lo que habla a las claras de que la contienda en el principal distrito electoral del país está igual de polarizada que en Nación, donde el Presidente es desafiado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner. La Provincia representa el 38 por ciento del padrón nacional, aunque muchos encuestadores y analistas de opinión pública sostienen que, como históricamente la participación es mayor que en otras provincias, puede terminar representando el 40 por ciento. Detrás de Vidal y Kicillof se ubica Christian Castillo, que se postula en representación de la alianza de partidos de izquierda denominada Frente de Izquierda-Unidad. Castillo es apoyado por el 2, 7% de los consultados por M&F, lo que le asegura un lugar en las elecciones generales de octubre. En cambio, Eduardo Bali Bucca -que se postula por Consenso Federal 2030, la fuerza que lidera Roberto Lavagna- capitaliza solo el 1, 1% de los sufragios que van para la fórmula presidencial y, de mantenerse así, complicaría seriamente las chances del economista por el peso que adquiere este territorio. El resto de las fuerzas reúnen el 5% de intención de voto, el 3, 5% asegura que "no votaría o votaría en blanco" y el 5, 3% "no sabe o no quiso contestar" la pregunta puntual sobre la votación en la Provincia. La eventual victoria de Vidal en las PASO está atada a la valoración que los bonaerenses tienen de su administración. "¿Usted aprueba o desaprueba la forma en que Vidal está conduciendo la Provincia"?, preguntó M&F. El 44, 5% respondió que sí, contra el 50, 2% que la ve con malos ojos. El 5, 2% no supo o no quiso contestar. El otro secreto de su virtual triunfo tiene que ver con el corte de boleta, un mecanismo que ya le dio réditos en 2015 cuando enfrentó a Aníbal Fernández. La gobernadora logra quedarse con una buena porción de los votantes de Lavagna. El mejor desempeño -se supone- está en los grandes centros urbanos como Mar del Plata y La Plata, donde la imagen de Macri no se desplomó, como sí sucedió en algunas localidades de la tercera sección electoral. Entre ellas, Florencio Varela, La Matanza y Lomas de Zamora, distritos populosos en los que se impone la figura de Cristina Kirchner, y en los que se apoya la performance de Kicillof.
