CÓRDOBA. - Por primera vez en su historia, la Argentina vendió dos aviones Pampa III a nivel internacional: cerró la operación con Guatemala por US$28 millones (incluye mantenimiento), lo que motivó un acto del que participaron los presidentes Mauricio Macri y Jimmy Morales, y el ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, entre otras autoridades. El comprador usará las unidades -que serán entregadas antes de fin de año- en el entrenamiento de pilotos y el control de fronteras. Las aeronaves fueron construidas en la fábrica militar Fadea, en Córdoba, y son iguales a las que hoy usa la Fuerza Aérea Argentina. Con esta operación, Fadea logra que la mitad de su facturación sea por fuera del Estado argentino. La empresa había vendido en la década del 80 aviones Pucará (a Uruguay, Colombia, Sri Lanka e Inglaterra, antes de la Guerra de Malvinas) y también el Guaraní a Chile, Perú, Ecuador y Uruguay, pero nunca había comercializado el Pampa. Para Antonio Beltramone, presidente de Fadea, la operación es un "hito histórico", ya que la fábrica "vuelve a ser exportadora de tecnología de altísima complejidad". Hay conversaciones iniciadas con otros países, y con Bolivia ya se cerró un acuerdo por un avión si ese país vende más gas en invierno. "Estamos con una actividad comercial muy estratégica; los procesos de venta son complejos, pero cerrar una operación empuja e incentiva, lo mismo que ver las unidades en uso", describió Beltramone. Con esta venta, la firma adelantó a este año el objetivo para 2021 de que la mitad de la facturación total se lograra por fuera del Estado. En 2018 había recibido asistencia del Estado por unos $340 millones y para este año estaban previstos $260 millones, pero Beltramone confirmó que con la operación con Guatemala se "cerrará cerca del equilibrio". Hoy, además del Pampa, está poniendo a punto ocho helicópteros para el Ejército y Gendarmería y manteniendo los aviones Hércules. En el área privada, mantendrá unos 40 aviones Boeing 737 y Airbus 320 del grupo Latam, parte de los aviones Boeing 737-800 con los que opera Flybondi en el país y hará algunas tareas menores para Andes, Jetsmart y Norwegian. Además, tiene un contrato con la israelí IAI para proveer ingeniería, aeropartes y servicios, que finaliza este año. En alianza con la europea Nordex fabrica nacelles para la industria de la energía eólica. Beltramone insiste en que se puso en marcha una de las reestructuraciones "más ambiciosas" de las instrumentadas en las empresas de propiedad estatal para revertir la crisis que la planta atravesaba a fines de 2015. El balance de ese año cerró con un rojo de $1401 millones. A fines de 2015, la empresa tenía 1600 empleados (unos 600 ingresaron desde 2009, cuando el kirchnerismo la reestatizó). Quedaron unos 800 (hubo un tercio de prejubilados, un tercio de retiros voluntarios y el resto, despidos). Según anticipó el presidente, ya se comenzó a tomar gente de nuevo: 40 se sumaron entre marzo y abril, y otros 40 se integrarían antes de fin de año. "Mejoraron los índices de eficiencia y productividad, y con sistemas de control y gestión de proveedores se redujeron los costos operativos y se achicó la deuda histórica acumulada", agregó. Después de una década sin fabricar aviones, el año pasado entregó tres Pampa III a la Fuerza Aérea.
Fadea vendió dos aviones en US$28 millones y cerraría el año sin subsidios
CÓRDOBA. – Por primera vez en su historia, la Argentina vendió dos aviones Pampa III a nivel internac