A priori, no son fuerzas con grandes caudales de votos, pero ante el complicado panorama que se les presenta tanto a la gobernadora María Eugenia Vidal como al presidente Mauricio Macri para lograr sus respectivas reelecciones, todo suma. O, mejor dicho, todo resta. En la dura pelea electoral que se avecina, no se debe desdeñar ningún voto y unos pocos puntos pueden resultar decisivos. Especialmente en la provincia de Buenos Aires donde todo se juega en una sola vuelta. En este marco, se entiende el empeño con el cual el Gobierno se abocó a la tarea de debilitar la candidatura del economista liberal José Luis Espert y su frente Despertar. Pero mientras todo el mundo seguía los avatares de la presentación de esta lista, también las listas del frente NOS, que anima Juan José Gómez Centurión, ex funcionario del gobierno y veterano de Malvinas, sufrían un repentino y raro boicot, anónimo, a diferencia del que se le hizo al economista, pero teñido de sospecha. EL CASO ESPERT El punto cúlmine del intento de bajar esta candidatura fue el pase de Alberto Asseff al oficialismo. El titular del partido UNIR era un aliado clave de Espert, cuya candidatura no sólo respaldaba sino que la proveía de la herramienta esencial para competir: un partido con estructura nacional reconocida por la justicia electoral. Esto, sumado a la impugnación al sello UCD, otro integrante de Despertar, por estar inscripto en dos frentes a la vez, afectó la candidatura del economista, pero le dio unos cuantos minutos de fama en las horas previas al cierre de listas por esa espontánea solidaridad que a veces surge en el público ante el espectáculo de una pelea desigual. De eso se trató, digámoslo: el Gobierno exhibió demasiado torpemente su inquietud ante un desafío que debería considerar menor, teniendo en cuenta la escasa trayectoria política de Espert y el poco tiempo que lleva en carrera; en definitiva, una muestra de debilidad oficial y de la falta de confianza con la que encara esta campaña. La maniobra de cooptación de Alberto Asseff, además, melló el filo de la flamante espada política conquistada por el oficialismo, el justicialista Miguel Ángel Pichetto, que en un pase espectacular pasó a integrar la fórmula presidencial con Mauricio Macri. La fotografía que lo muestra posando junto al desertor del frente Despertar, bien compensado con un puesto muy expectante en la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires- resultó un exceso: después de todo, se estaba haciendo gala de un ejercicio de deslealtad. Uno más. La resistencia de José Luis Espert, en la tarde noche del sábado, le atrajo simpatías, al menos virtuales, y el hashtag #DejenCompetirAEspert se volvió tendencia. El economista inscribió su fórmula pero le espera todavía una batalla judicial por la propiedad del partido UNIR. Mientras Asseff se pasó al frente Juntos por el Cambio, el titular de la convención del partido se mostró en un video junto a Espert y le ratificó el apoyo de su fuerza. EL CASO GÓMEZ CENTURIÓN Mientras la atención estaba concentrada en las desventuras de José Luis Espert, otro cambio de última hora pasó relativamente inadvertido en la medianoche del sábado de cierre de listas: Cynthia Hotton, que iba a encabezar la lista de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires del frente NOS, se anotó como precandidata a vicepresidente en la fórmula con Juan José Gómez Centurión. El motivo fue que, a último momento, la justicia electoral no les permitió inscribir la lista en la categoría diputados y senadores nacionales en la provincia de Buenos Aires, por algo que los mismos damnificados calificaron como "un sospechoso incidente". Cynthia Hotton (50) es una referente evangélica que fue diputada nacional por el PRO por la Capital, entre 2007 y 2011, y por ese entonces creó un partido, Valores Para Mi País. Evidentemente, Hotton, que ya fue diputada, tenía alguna chance de lograr una banca en el Congreso por la provincia, mientras que, como candidata a vicepresidente, difícilmente logre algo más que testimoniar su posición política, lo que no es desdeñable, por supuesto, pero no tendrá consecuencias más allá de la elección. Juan José Gómez Centurión, héroe de Malvinas, luego de un paso algo accidentado por el gobierno -una falsa denuncia lo sacó por un tiempo de su cargo en la Aduana-, decidió intentar la aventura de captar el voto celeste, un electorado mayormente desencantado del oficialismo por su extemporánea decisión de habilitar el debate de la legalización del aborto; una iniciativa que hasta ahora no sólo no le ha traído rédito alguno al Gobierno sino que le está causando filtraciones de votos hacia fuerzas menores pero que, sumadas, pueden generarle un problema. PICARDÍAS DE ÚLTIMA HORA Las horas previas a los cierres de listas son esos momentos en los que la picardía criolla alcanza sus cumbres; es frecuente que se produzcan estos "errores" que tiñen todo de sospechas. No aptos para paranoicos. Algo así sucedió el sábado. "Debido a inexplicables defectos formales cometidos por el apoderado del Partido Conservador Popular (PCP) en la presentación de la lista de diputados y senadores nacionales, la justicia electoral bonaerense con competencia federal rechazó la conformación de la alianza NOS en la provincia de Buenos Aires", decía el comunicado de la corriente que postula a Gómez Centurión. Y agregaba: "Debido a este 'sospechoso' (con comillas en el comunicado) incidente judicial hemos decidido incorporar a Cynthia Hotton a la fórmula presidencial como candidata a vicepresidente". También anunciaron que apelarán esta decisión de la justicia electoral. No pierden todavía la esperanza de superar este obstáculo. Por eso en el entorno de los candidatos se muestran prudentes en los comentarios sobre lo ocurrido, aunque el comunicado y algunos mensajes en redes son elocuentes. Desde ya que el "sospechoso incidente" no tiene sólo damnificados; también tiene beneficiarios indirectos. Gómez Centurión y Hotton "pescan" sus votos esencialmente entre el electorado desencantado de un oficialismo que empieza a ver que, en la estrategia de polarización con el kirchnerismo, no puede darse el lujo de perder adhesiones por derecha. Lo ocurrido en Santa Fe, donde Amalia Granata, con un partido surgido en torno a la sola reivindicación celeste de defender las dos vidas, logró ubicarse tercera, detrás del peronismo y del socialismo y, sobre todo, dejando atrás a Cambiemos, hizo sonar todas las alarmas. El Presidente recibió luego a Granata y le aseguró que "es pañuelo celeste", según contó la diputada provincial electa. ¿Le creerán los votantes de la ex modelo? ¿Le creerán los eventuales votantes de Gómez Centurión y Hotton? En todo caso, los escépticos no podrán, en la provincia de Buenos Aires, demostrar su incredulidad votando a legisladores nacionales por el frente NOS. La Justicia electoral se ocupó de eso. ¿Sospecha el veterano de Malvinas de alguna mano negra detrás de lo ocurrido? Lo que le pasó -o lo que le hicieron- es un error -o una trampa- de novatos. Los partidos grandes o los que ya tienen mucha gimnasia electoral saben que el aspecto legal no puede dejarse librado al azar ni en mano inexpertas o poco confiables. Es tal vez el único momento en que los apoderados de los partidos pueden ser más importantes que los mismos candidatos. En el comunicado que difundió por redes, Gómez Centurión califica de "inexplicables" los defectos del apoderado del Partido Conservador Popular en el trámite de inscripción de las fórmulas que llevó a la impugnación de la lista de diputados y senadores nacionales de NOS. El frente NOS está conformado por el Partido Conservador Popular, presidido actualmente por Marco Aurelio Michelli, y Valores Para Mi País. Gracias a esa convergencia, esperaba contar con listas completas en todo el país, para el Congreso y para la Presidencia, expectativa que ahora se vio parcialmente frustrada, ni más ni menos que en uno de los distritos más importantes del país, que es la provincia de Buenos Aires, en la categoría de legisladores nacionales. Gómez Centurión es novel en las lides políticas. Lo ocurrido puede deberse, en su caso, a la falta de experiencia. El Partido Conservador Popular, en cambio, aunque es una fuerza pequeña, tiene mucha gimnasia electoral detrás. De ahí el "inexplicable" del comunicado. En su cuenta de Twitter, Gómez Centurión escribió: "Comprando partidos, volteando listas pagando traiciones difícilmente se defienda a la República. Operar con las reglas del actual sistema electoral en tu beneficio y no transformarlo te convierte en un factor de poder, no en salvaguarda de la República". Quien quiera oir que oiga. 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Tras la maniobra de desgaste a Espert, un “sospechoso” incidente alivia al gobierno de otra competencia por derecha
A priori, no son fuerzas con grandes caudales de votos, pero ante el complicado panorama que se les p