Política

El Frente de Todos con una clara ventaja

El macrismo creció, pero Fernández-Fernández creció mucho más. El 73% desaprueba la gestión económica del Gobierno. La polarización relega a la tercera fuerza liderada por Lavagna.

El Frente de Todos (Alberto Fernández-Cristina Fernández) aventaja por 12, 5 puntos a Juntos por el Cambio (Mauricio Macri-Miguel Angel Pichetto) cuando faltan 50 días para las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PA SO): 43, 7% a 32, 3%. El dato evidenciaría fuertes posibilidades de que la alianza opositora se imponga en primera vuelta, pero sucede que la próxima estación no es la primera presidencial sino las PASO y habrá que ver cómo se desarrollan las cosas después. En el último mes se advierte tanto un crecimiento del oficialismo como de la oposición encarnada en el Frente de Todos y, al menos por ahora, las pérdidas las sufre la tercera alternativa. Eso es lo que ubica a Consenso Federal (Roberto Lavagna–Juan Manuel Urtubey) a considerable distancia de los dos polos, cuando todavía hay, además, un nueve por ciento de indecisos. Un punto de relevancia es que hoy sólo un 47 por ciento dice que nunca votaría a Fernández-Fernández, mientras que casi un 52 por ciento afirma que nunca votaría a Macri-Pichetto. El techo perjudica hoy más al oficialismo que a la oposición. Las conclusiones surgen de la encuesta mensual que realiza, de forma exclusiva para PáginaI12, el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera Roberto Bacman. En total se entrevistaron 1500 ciudadanos de todo el país, respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. Las entrevistas fueron telefónicas. “En marzo, CFK superaba a Macri por cuatro puntos –relata Bacman– y la franja ocupada por la tercera vía acumulaba más del veinte por ciento. Con el correr de los meses las cosas fueron cambiando. CFK comenzó a crecer y ese crecimiento tuvo dos saltos importantes, con la incorporación de Alberto Fernández como candidato a presidente y luego cuando se sumó Sergio Massa. Cambiemos fue creciendo con mucha más lentitud y recién detectamos una mejora en éste último trabajo. Por el contrario, Alternativa Federal se fue desplomando”. En la encuesta del CEOP, el Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad (Nicolás Del Caño-Romina Del Pla) aparece con algo más del dos por ciento. La lógica es que crezca, porque el FIT consiguió en 2015 el 3, 3 por ciento y esta vez la alianza es mayor y aumentó la conflictividad. Al cierre de esta edición se estaba definiendo la situación del Frente Despertar, cuyos candidatos son José Luis Espert y Luis Rosales. Hubo una fuerte jugada de la Casa Rosada para bajar a esa alianza que, según los consultores, le quita votos a Juntos por el Cambio. En la encuesta del CEOP, Despertar alcanza un virtual cuatro por ciento, un porcentaje significativo. Si los números de la encuesta de Bacman se trasladaran directamente a la primera vuelta del 27 de octubre, el Frente de Todos conseguiría la presidencia reuniendo los dos requisitos previstos por la Constitución: más del 40 por ciento de los votos y más de 10 puntos de diferencia con el segundo. Pero, además, resta asignar los indecisos, lo que también le permitiría a la coalición opositora llegar al 45 por ciento, número que alcanzaría igualmente para imponerse en primera vuelta. Bacman lo sintetiza así: “la consolidación del voto opositor y la tendencia a la polarización que se detecta en la actualidad, le abren al Frente de Todos una significativa oportunidad de ganar en primera vuelta. Por lo visto en la intención de voto de esta encuesta, lejos no está. Pero queda un largo trecho por recorrer”. El trabajo del CEOP exhibe los dos crecimientos señalados por Bacman, tanto del Frente De Todos como de Juntos por el Cambio. “Nosotros percibimos ese aumento de Macri en los números de su imagen y, dentro de la situación mala que tiene, también en el rumbo económico. Tal vez el dólar quieto, la baja del riesgo país y no mucho más, agrandados por la prensa amiga, sean una explicación. Puede que un sector que lo votó haya tomado esos datos como una luz de esperanza, dentro de una nítida mayoría que cree equivocado el rumbo del país. La incorporación de Pichetto fue bien vista por los votantes de Macri. Se podría decir que hasta el momento no resta”. Por el otro lado, también está el crecimiento del Frente de Todos. “El impulso viene de la unidad del peronismo –diagnostica Bacman–. Tanto la incorporación de Fernández como de Massa sumaron votos de manera inmediata. Entre principios de mayo y fines de junio se detectó un crecimiento de más de seis puntos porcentuales. Y eso mejoró incluso la imagen de todos los protagonistas: de Cristina, de Alberto, de Massa”. La primera escala serán las PASO del 11 de agosto. Como no hay competencia entre los candidatos presidenciales, esa elección será una especie de encuesta que presionará aún más hacia la polarización. En ese marco, Bacman hace un análisis de los que hasta ahora aparecen como indecisos, un 8, 7 por ciento de los votantes. “Los indecisos abren una incógnita importante –señala el consultor–. Por el momento, se puede señalar que entre estos argentinos que aún no están seguros de a quien votar sobresalen los más jóvenes, los de nivel educacional bajo y los que pertenecen al segmento de los independientes”. Por la extracción social, parecen algo más proclives a votar al Frente de Todos, pero se ve que no están convencidos. “Hay que pensar que después de las PASO puede estructurarse lo que llamamos un voto táctico, es decir que el ciudadano ya no vota por el que quiere únicamente, sino por quién quiere que gane o para evitar que gane alguien que no quiere. Los más perjudicados son los que quedan afuera de la polarización: los electores utilizan el resultado de las PASO como una gran encuesta y ahí pueden replantear su decisión de voto”, analiza Bacman. No hay dudas de que la catastrófica situación económica va a estar en el centro de la escena electoral. Seis de cada diez consultados afirman que su voto va a estar pensado en función de la cuestión económica. Muchísimo menos que eso, el 25 por ciento, habla de la lucha contra la corrupción y un nueve por ciento vincula su voto con la inseguridad. Estos datos explican por qué hoy más de la mitad de los encuestados (51, 7 por ciento) afirma que en ningún caso votaría a Macri. Son la mayoría que opina que la economía está mal o muy mal y un porcentaje similar a los que afirman que el rumbo económico del país es equivocado. Si el 51, 7 por ciento dice que en ningún caso le daría el apoyo al presidente, significa que sus chances llegan al 48, 3 por ciento restante. Ese es su techo. Pese a que en los últimos años se habló una y otra vez del techo de CFK, hoy los que dicen que en ningún caso votarían a Fernández–Fernández son menos de la mitad de los encuestados: el 47, 2. O sea que el techo es el restante 52, 8 por ciento, por encima del que tiene el oficialismo. Todos los datos exhiben una situación inicial favorable al Frente de Todos. Pero es sólo el principio. Los grandes medios, los grandes empresarios, el FMI, Bolsonaro, la Casa Blanca, buena parte de Comodoro Py y el uso del aparato del estado entran en juego. La pelota está en movimiento, pero debe recordarse que hace un año en la oposición hablaban de que no había chances en 2019. Ahora parece que chances hay. (email protected)

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