La Selección Argentina fue un equipo fantasma ante Colombia. Un déjà vu del Mundial de Rusia, donde había quedado expuesto una alarmante carencia de funcionamiento colectivo. Otra vez la misma historia. Si Lionel Scaloni tenía un plan táctico y estratégico para el debut en la Copa América, evidentemente el sistema hizo agua por todos lados y hoy se ve obligado a cambiarlo para el partido de este miércoles ante Paraguay. Acá, el análisis de Olé sobre diez errores puntuales que necesita corregir el seleccionado argentino: 1-SALIR JUGANDO Hubo, a lo largo del partido debut, notorias deficiencias a la hora de salir jugando desde el fondo. Errores de posicionamiento, de concepto, que generaron que en varias ocasiones, Argentina tuviera una superioridad numérica ineficaz de 4vs1 cerca de Armani. Sí, los dos zagueros centrales más el doble cinco contra el solitario Falcao que salía a presionar bien arriba. Esa ventaja en ese sector del campo no sirve y expone la falla del sistema de salida. Que los dos volantes centrales (Guido Rodríguez y Paredes) retrocedan hasta la línea de los defensores es un grave error conceptual que resiente la forma en que se va a atacar porque eso implica que existe inferioridad numérica en el campo rival. Ellos dos deben ser los primeros en adelantarse unos metros para arrastrar marcas y que Pezzella y Otamendi sean los encargados de la conducción y del avance con la pelota. Sobre todo el 6, habituado a hacerlo en el City con Guardiola. Mirá: 2-PELOTAZOS AL 9 Pese a esa amplia superioridad numérica en la salida, muchas veces los zagueros centrales y Armani no tenían opciones de pase ni ideas claras para avanzar y por eso terminaban con un pase largo, impreciso y a dividir generalmente para Agüero, que debía luchar contra la muralla que formaban Jerry Mina y Davinson Sánchez. En esa pelea desigual, sin dominio del balón, el Kun tampoco tenía compañeros cerca, apoyándolo, en el caso de poder pivotear. Aislado del resto, el pelotazo nunca lo dejó en una posición de ventaja sobre sus rivales. 3-LO CELSO AISLADO Salvo en alguna jugada en el inicio, cuando se movió por el centro del ataque, el volante creativo del Betis jugó de 8 bien abierto, atrapado cerca de la raya, y así quedó neutralizada toda chance de sociedad con Messi, algo que ilusionaba en la previa. Por su perfil zurdo, orientado siempre de adentro hacia afuera, Argentina también careció de profundidad sobre la banda derecha. ¿No sería mejor ver a Lo Celso por adentro y dejarle la banda a un volante con capacidad de ser profundo como el Tucu Pereyra? A esa predisposición natural del ex Central de ir hacia adentro se sumó la escasa amplitud que otorgó Saravia en ataque, autor, vale decirlo, de un partido olvidable. 4-UN EQUIPO QUE NO PRESIONA Uno de los defectos más alarmantes estuvo en la falta de presión de la Selección ante la salida de Colombia. Una cosa es presionar mal y otra directamente es no hacerlo. Davinson Sánchez, el 6 de Colombia, avanzó con la pelota hasta ingresar en campo argentino todas las veces que quiso. Messi jamás presionó la salida (fue un mero espectador) y Di María y Agüero lo hicieron pero de forma aislada, algo que tampoco sirve. La línea de volantes argentinos replegaba y no achicaba hacia adelante por lo que Colombia gozaba de tiempo y espacio en la mitad de la cancha para direccionar los ataques. Incluso, ante la falta de pressing, tenía varias opciones de pase. Mirá: 5-REPLIEGUE DESORDENADO Que Argentina no haya salido a presionar la salida de Colombia no significa que en su propio campo estuviera sólido y bien parado en bloque. En varias oportunidades retrocedió desordenadamente y dejó espacios como para que el rival los aprovechara. Saravia, por ejemplo, sufrió bastante con el 2-1 colombiano sobre su sector como sucedió en el segundo gol con Roger Martínez y Lerma. Y hasta los zagueros centrales, como se observa en la imagen, quedaron en alguna oportunidad marcando mano a mano o incluso 1 contra 2: 6-LOS ATAQUES POR LA IZQUIERDA Sobre la derecha, se dijo, no hubo profundidad ante los titubeos de Saravia al pasar al ataque y la falta de un volante con características de atacar por afuera. Y por la izquierda, en el primer tiempo, Di María, al jugar bien abierto, anuló las subidas de Tagliafico. El problema se resolvió en parte en el complemento con el ingreso de Rodrigo De Paul por Fideo. El de Udinese, diestro sobre la izquierda, generó movimientos interesantes para que Tagliafico pudiera escalar con mayor eficacia. La diferencia, además, estuvo en la actitud. Hay un dato que lo corrobora: Di María en esos 45' tocó 15 pelotas. De Paul, en ese lapso de tiempo, 48. 7-MESSI SOLO Aislado nuevamente, siempre rodeado de piernas rivales, a Messi le costó poder desequilibrar. Si se sacaba a un jugador de encima, enseguida aparecía otro. Bien vigilado por Barrios, la defensa rival era grupal, agresiva y constante. No encontró socios (Colombia interceptó bien la posible sociedad con Lo Celso) y así Leo se fue desdibujando hasta terminar en otra producción intrascendente. 8-ERRORES INDIVIDUALES Más allá de las fallas conceptuales y colectivas, el partido también se definió por problemas puntuales. En el 1 a 0, Saravia marcó mal a Roger Martínez. Le tapó la banda y le dejó el lado de adentro justo a un delantero diestro que hizo la lógica: enganchó hacia su perfil más hábil y sacudió un remate inatajaba para Armani. En el 2 a 0, Duvan Zapata logró escapar del asedio de tres jugadores argentinos que no lo cortaron con falta en la mitad de la cancha (Paredes evita tocarlo) y luego el pase hacia Roger Martínez generó que Colombia le hiciera el 2 contra 1 a Saravia, con la subida a toda velocidad de Lerma sin que ningún volante de la Selección fuera en auxilio del lateral. Armani también falló, emulando a Willy Caballero en el partido con Croacia, al intentar jugar una pelota riesgosa con un pase por encima de un rival en su propia área con destino a Otamendi. 9-LOS CAMBIOS El entretiempo requería alguna variante en cuanto a nombres, por bajos rendimientos, además de una necesaria modificación en el funcionamiento. Scaloni acertó con De Paul por un inexpresivo Di María. Sin embargo, resultó más que polémica la salida de Agüero, con Argentina ya perdiendo 1-0, para que entrara Matías Suárez y el equipo quedara sin una referencia de ataque y encima con Lautaro en el banco. El ingreso de Pizarro por Rodríguez no alteró la estructura del equipo en momentos en que se pedía arriesgar en busca del empate. 10-EL FACTOR ANIMICO Argentina hace rato que arrastra el mal de la mandíbula de cristal. Como ese boxeador que va en busca del nocaut y ante el primer golpe del adversario besa la lona. Más allá de cuestiones tácticas y estratégicas, de errores en la conformación del equipo y de las nombres que van al banco, de eventuales accidentes propios de cada partido, de cambios generacionales lógicos en la composición del plantel, la Selección continúa evidenciando una notable fragilidad anímica y mental. Quizás, este tropezón en el comienzo de la Copa y el hecho de no estar en el centro de la escena como el gran favorito podría liberar de esa presión que aún parece perdurar en el seleccionado nacional. Una expresión más de deseo que una certeza. MIRA LOS GOLES DE COLOMBIA:
