Política

Nueve al hilo

El Frente Justicialista Pampeano obtuvo un contundente triunfo: Sergio Ziliotto logró más del 52 por ciento de los votos y le sacó una ventaja de 20 puntos al radical Daniel Kroneberger. En Santa Rosa, el dirigente kirchnerista Luciano Di Nápoli desplazó al radical Leandro Altolaguirre. Es la novena derrota consecutiva de Cambiemos en las elecciones provinciales

Desde Santa Rosa El Frente Justicialista Pampeano obtuvo una contundente victoria muy por encima de las previsiones más optimistas. La fórmula encabezada por el actual diputado Sergio Ziliotto se impuso con el 52, 66 por ciento de los votos, muy por encima del radical Daniel Kroneberger, que se quedó a más de 20 puntos de diferencia, con el 31, 83 por ciento. La otra gran sorpresa de la jornada la dio el camporista Luciano Di Napoli, un joven dirigente kirchnerista de 39 años, que le arrebató a Cambiemos la intendencia de la capital, Santa Rosa, obteniendo el 52 por ciento de los votos, contra el 26 por ciento obtenido por Leandro Altolaguirre, de la UCR. Hay que remontarse a 1999, cuando Rubén Hugo Marín obtuvo el 56 por ciento de los votos, para encontrar una victoria tan importante del peronismo a nivel provincial. La marea del Frente logró arrasar también con intendencias históricas que estaban en manos del radicalismo en La Pampa húmeda, la zona más rica, como Realicó e Intendente Alvear, lo que implica una derrota arrasadora para Cambiemos que confiaba en retener la capital provincial y sus bastiones históricos. La única alegría para el radicalismo provino de General Acha, la cuarta ciudad de la provincia, donde logró imponerse a la alianza vecinalista que gobernaba la ciudad. El derechista Juan Carlos Tierno, que encabezó la fórmula de un partido escindido del peronismo llamado Comunidad Organizada, fue la tercera fuerza, muy por detrás de los principales contendientes: obtuvo el 7, 7 por ciento y lograría colocar al menos un diputado provincial en el Cámara pampeana. Estrepitoso fue también el fracaso de los evangelistas que llevaban al pastor Daniel Robledo como candidato de los “pañuelos celestes” y que obtuvieron el 4, 2 por ciento de los votos, una cifra que los dejaba muy lejos de sus expectativas, ya que no les alcanza para entrar al parlamento local, ni para colocar un número significativo de concejales en las grandes ciudades, como era su objetivo. Con una participación alta, que rondó el 79 por ciento, también por encima de la media de los últimos años, las elecciones pampeanas se desarrollaron en medio del terremoto político que generó el anuncio de la fórmula presidencial de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, hecha pública el sábado. De hecho, cuando fueron a votar, tanto Sergio Ziliotto, candidato del Frejupa, como el actual gobernador Carlos Verna aprovecharon la presencia de los medios para sumarse a los dirigentes peronistas a nivel nacional que se han mostrado dispuestos a acompañar la propuesta. “Queremos un país donde haya más consumo interno, donde los trabajadores ganen mejor y donde se mire menos al FMI y más a la gente” afirmó Verna, quien se mostró confiado en un triunfo nacional del peronismo en octubre. Sergio Ziliotto, por su parte, afirmó que a nivel nacional “se ha dado un gran paso hacia la unidad del peronismo y el único límite debe ser ahora Mauricio Macri”. En General Pico, la segunda ciudad de la provincia, la peronista Fernanda Alonso se convirtió en la primera mujer en llegar al poder ejecutivo local, con una victoria contundente sobre el candidato de Cambiemos, el actual diputado nacional por el PRO, Martín Maquieyra. El Frejupa obtuvo el 50 por ciento de los votos, contra el 30 de Cambiemos. Tanto desde la UCR como desde el PRO salieron rápidamente a reconocer la derrota y a tratar de desligar al gobierno nacional de la suerte que ellos habían corrido a nivel local. Mientras, en el peronismo se hacía más hincapié en que la aplastante victoria tiene un gran componente de rechazo a la gestión de Mauricio Macri al frente de la Casa Rosada. En el Frejupa también señalaron la importancia de haber sido uno de los primeros distritos en los que se selló la unidad entre el peronismo tradicional y el kirchnerismo, a los que se sumaron el Frente Renovador, de Sergio Massa, el Partido Humanista, Nuevo Encuentro, el Frente Patria Grande, de Juan Grabois, y el Partido Comunista. Con esta victoria, el peronismo confirmó una vez más su hegemonía en una provincia que viene gobernando desde 1983, aunque hacía al menos dos décadas que no obtenía un triunfo tan amplio como el registrado ayer. “Mi gobierno será una continuidad y una profundización de 36 años de gobiernos justicialistas, que la gente ha internalizado”, afirmó Sergio Ziliotto apenas se supo que era el nuevo gobernador electo, y resaltó que “la gente nos vota porque defendemos a los pampeanos y queremos un Estado presente y eficiente”. La victoria del peronismo resalta más aún si se la contrasta con el ajustado resultado que había obtenido el Partido Justicialista en las elecciones de medio término, cuando se impuso a Cambiemos por sólo 50 votos en toda la provincia, luego de revertir la derrota que le había propinado el oficialismo nacional en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias. En menos de dos años, la fuerza de Mauricio Macri perdió prácticamente la mitad de su electorado en una provincia que le había dado el triunfo por un margen ajustado también en 2015, cuando se impuso con el 51 por ciento ante la fórmula encabezada por Daniel Scioli.

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