Pareciera que elige los momentos, que cuando hay que ponerle la frutilla al postre se encarga de hacerlo de la mejor manera. Y que las estadísticas, de paso, acompañan su impresionante carrera para plagar de etiquetas cada uno de sus pasos históricos. Recibir newsletter En ese camino, Lionel Messi llegó al gol número 600 con la camiseta del Barcelona. Al mismo tiempo clavó un golazo espectacular de tiro libre y también transformó en goleada un partido bravísimo frente al Liverpool. Así, el equipo de Ernesto Valverde puso un pie en la final de la Liga de Campeones. Otra vez de la mano de Messi. La perla del argentino para el 3-0 llegó a los 36 minutos del segundo tiempo. Ya antes había aumentado la cuenta con una aparición de goleador en el corazón del área, y así el conjunto catalán respiraba tras el asedio de los ingleses. Pero vio la oportunidad de mejorar su obra y lo hizo con un tiro libre perfecto. La estirada de Alisson no alcanza ante el remate perfecto de Messi: golazo. AP En posición frontal, a 25 metros, con una barrera enfrente que quedó apenas desprotegida por el costado derecho. Y hacia allí apunto el misil de Leo. Una comba exacta y potente. Así la pelota viajó por afuera de la barrera y se clavó en el ángulo superior derecho de Alisson, que voló pero nada pudo hacer.
