En 2007, Pablo Cuchán fue condenado por la Justicia de Bahía Blanca a 18 años de prisión por el crimen de su novia, Luciana Moretti. De ella, que entonces tenía solo 15 años, solo quedaron el cráneo y algunos huesos, ya que quemó el resto de su cuerpo en la parrilla de su casa. Lo liberaron por "buena conducta" pero este fin de semana volvió a caer. Esta vez, trató de ahorcar a una joven y chocó estando borracho. Cuchán solo estuvo 11 años tras las rejas. Su comportamiento "ejemplar" dentro de la cárcel le abrió las puertas, junto con una serie de requisitos dispuestos para la liberación que jamás cumplió. Aún así, no perdió el beneficio. Este sábado, una mujer de 27 años lo acusó de haberla secuestrado. Según su relato, se tiró de un auto en movimiento para escapar de Cuchán, que ya la había golpeado y hasta trató de ahorcarla. Él no detuvo su marcha pero chocó contra un árbol unos metros más adelante. Estaba alcoholizado. Cuando llegó la policía el femicida se resitió a la detención y también a someterse a la prueba de alcoholemia. Sin embargo, su rebeldía no duró demasiado y quedó detenido. En abril del 2017, una mujer que había sido su pareja denunció a Cuchán por violencia de género. Sostuvo que fue agredida en la calle por el acusado, quien delante de varios testigos le cruzó el auto y la increpó a los gritos para que volviera con él. Un año después, otra mujer de Monte Hermoso lo denunció por amenazarla de muerte a ella y a una amiga. En julio de 2018, despistó con su auto en el kilómetro 650 de la ruta nacional 3 y casi se mata en el accidente. Pero Cuchán también volvió a ser noticia por su actividad en las redes sociales. Se supo que buscaba pareja en Tinder y en Facebook. Pablo Cuchán tenía 25 años cuando, según declaró, no supo qué hacer con el cuerpo de su novia y decidió quemarla en la parrilla de su casa de Ingeniero White. Era el 16 de octubre de 2004 y Luciana Moretti tenía entonces 15 años. Durante el juicio tres años después, aseguró que la chica había muerto de una sobredosis de cocaína y que él se asustó. Al creerla muerta, siempre según su relato, la llevó hasta el quincho, la acostó en la parrilla y la prendió fuego con "20 litros de solvente y 10 bolsas de leña". "En la cabeza estaba mi vida entera, 2 millones de preguntas y 2 millones de respuestas que en ese momento no tenía para dar". Más tarde sostuvo que abrió el fogón y empezó a sacar lo que había: "Junté todo, lo puse en bolsas y después lo tiré. Limpié el fogón... ordené todo...". El día que lo condenaron Cuchán pidió perdón a sus padres y hermana, a la familia de Luciana y a todos los que confiaban en él.
Descuartizó a su exnovia, salió de la cárcel por buena conducta y ahora lo detuvieron por secuestrar y golpear a una joven
El femicida fue capturado en Bahía Blanca, tras chocar su auto contra un árbol. Estaba borracho.