Un cazador furtivo logró escabullirse en el inmenso Parque Nacional Kruger, en Sudáfrica, para atacar a un rinoceronte y llevarse sus cuernos. Pero su travesía ilegal terminó de una manera sangrienta. El hombre fue pisoteado por un elefante y una manada de leones se devoró sus restos. La víctima había ingresado a la reserva junto con tres cómplices, que lograron escaparse y advertirle a su familia de lo que había ocurrido. De manera inmediata, se comunicaron con los guardaparques para que buscaran su cuerpo. Recién el jueves pasado, las autoridades hallaron cerca del "puente de cocodrilos" los pocos restos que quedaron del hombre: su cráneo y unos pantalones rotos. Y aprovecharon el trágico episodio para advertir al resto de los cazadores sobre las consecuencias de este tipo de delitos. "Entrar al parque ilegalmente y a pie no es prudente; tiene muchos peligros y esto que ocurrió es una muestra de ello", aseveró el director del lugar, Glenn Phillips. Los cómplices de la víctima fueron arrestados por la policía local y les secuestraron dos rifles y municiones .375. Según el vocero de la fuerza, Leonard Hlathi, los sospechosos enfrentan cargos de posesión de armas de fuego sin licencia, conspiración para la caza furtiva y allanamiento.
La sangrienta muerte de un cazador furtivo en Sudáfrica: pisoteado por un elefante y devorado por una manada de leones
El hombre intentó matar a un rinoceronte en el Parque Nacional Kruger. Su cráneo y sus pantalones fueron encontrados por los guardaparques.