Con la crisis cambiaria, la aceleración de la inflación -sobre todo del precio de los alimentos básicos-, una licuación de ingresos en los hogares, un mayor desempleo y una recesión como escenario de fondo, la pobreza dio un salto significativo en 2018 y alcanzó a un 32% de los argentinos. Se trata de una suba de más de 6 puntos porcentuales con relación a un año atrás. El Indec publicó esta tarde los números del segundo semestre del año pasado, en base a los relevamientos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), para los que la cantidad de argentinos pobres el año pasado ascendió a 12.960.000, si se proyecta el cálculo que realizó el organismo estadístico en 31 aglomerados a todo el territorio nacional urbano. Esto significa que, en 12 meses signados por la crisis, 2.680.000 personas se sumaron a la pobreza. La cantidad de personas bajo la línea de indigencia son 2.713.533 (un 6,7%), si se proyectan a nivel país. Esto quiere decir que 793.533 personas más tienen problemas severos para alimentarse. En un dato preocupante, la cantidad de chicos pobres de entre 0 y 14 años aumentó de 39, 7% en el segundo semestre de 2017 a 46, 5% a fines del año pasado. Justamente, el Gobierno anunció a comienzo de este mes un aumento de la Asignación Universal por Hijo (AUH) de 46% con la venia del Fondo Monetario Internacional (FMI), que en el marco de su acuerdo con la Argentina habilita un gasto de 0, 2% del PBI para temas sociales mientras impulsa un fuerte ajuste fiscal y monetario para estabilizar el dólar y la inflación en el marco del Stand-By Agreement por el cual el país recibirá en total US$57.000 millones. En el segundo semestre de 2017, la pobreza era de 25,7%, mientras que la indigencia llegaba al 4,8%, siempre para personas no para hogares. En tanto, el dato publicado hoy por el Indec muestra también un avance de la pobreza y la indigencia con relación al primer semestre de 2018. Entonces, la pobreza era de 27, 3% y la indigencia, 4, 9%. Sin embargo, teniendo en cuenta que el organismo mide la pobreza por ingresos y el mercado laboral tiene una alta estacionalidad, la mejor comparación -que evita distorsiones- siempre es la interanual. "Los datos de pobreza muestran un incremento del 39, 7% al 47% para el grupo de niñas y niños entre 0 y 14 años, cuando comparamos los segundos semestres de 2017 y 2018. Esto implica que extrapolado al total de la población, hay 5, 1 millones de niñas y niños de 0 a 14 viviendo en la pobreza, y aproximadamente 796.000 más que en 2017", afirmó a LA NACION Sebastián Waisgras, especialista en monitoreo y evaluación de programas de Unicef. "La pobreza extrema también muestra un incremento para el mismo grupo de edad, pasando del 7, 6% al 11% en el mismo período y afectando a 1, 2 millones de niños", agregó. Por regiones, las mayor tasa de pobreza para el segundo semestre del año pasado la mostró Corrientes con un dato realmente impactante: casi el 50% de los correntinos son pobres (49, 3%). En términos absolutos, según el relevamiento de 31 aglomerados, la mayor cantidad de pobres están en los partidos del Gran Buenos Aires, donde llegan a 1.059.696. "El año pasado fue el peor desde 2002. Son varias las razones de ello: la devaluación del peso fue la más intensa desde ese año, por lo que la inflación se disparó. Ello determinó que la caída del poder adquisitivo fuera la más profunda desde 2002", afirmó a este medio Daniel Schteingart, investigador del CITRA-UMET. La consecuencia de esto es que la suba de la pobreza por ingresos también fuera la más alta desde 2002, superando a 2014 y 2016, cuando trepó en ambos casos en alrededor de cuatro puntos porcentuales", completó. "¿Qué esperar para los próximos meses?", se preguntó el sociólogo. "El primer trimestre fue muy malo en materia inflacionaria, lo cual limita la recuperación de los ingresos de las familias, que es fundamental para que la pobreza vuelva a ubicarse debajo del 30%. Además, la inflación depende mucho del precio del dólar, de modo que si la divisa continúa su sendero alcista, va a ser muy difícil que la inflación desacelere y que la pobreza vuelva a bajar", cerró. Según el Indec, la brecha promedio entre la canasta alimentaria por hogar y y el ingreso ingreso total familiar de los hogares pobres fue en 2018 de $9485. Traducción: es el dinero que les falta a estos hogares para salir de la pobreza. Una año atrás era de $6109. Para los hogares indigentes, esa brecha fue de $3804, cuando en 2017 llegaba a $2604. De acuerdo al índice de pobreza multidimensional que el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) publicó el lunes pasado, casi 1, 9 millones de personas se habían sumado a la pobreza en 2018. La metodología de la universidad es diferente a la del índice publicado hoy por el Indec. Para la casa de estudios, es pobre no sólo quien está bajo la línea de los ingresos requeridos para comprar la canasta básico sino aquellos que tienen al menos una carencia de derechos en base a seis dimensiones relevadas. "Buena parte del crecimiento de la pobreza multidimensional y de la pobreza estructural se debió fundamentalmente al aumento de la pobreza por ingresos", describió esta semana el coordinador del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, Agustín Salvia, al presentar su informe de la universidad. "Quizá muchas personas tenían problemas de carencias multidimensionales estructurales, pero ahora sumó la incapacidad monetaria en temas de consumo para cubrir la canasta básica total", completó el sociólogo. "Desde que empezamos a medir la pobreza, casi dos millones de argentinos pudieron superarla. Pero lamentablemente la pobreza ha vuelto a los niveles de antes", había advertido el presidente Mauricio Macri en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. Ya el año pasado el Gobierno había admitido que subiría la pobreza tras la crisis que comenzó en abril.
Pobreza. Llegó al 32% y hay casi 2,7 millones de nuevos pobres
Con la crisis cambiaria, la aceleración de la inflación -sobre todo del precio de los alimentos básic