Sociedad

El kirchnerismo ya promovía las prácticas de alumnos en empresas

Le nueva ley de Educación Nacional (26.206) sancionada y promulgada por el ex presidente Néstor Kirchner en 2006 impulsa que los estudiantes de 5° año combinen estudio y trabajo. El DNU de CFK que reglamentó las pasantías en el secundario

"Las autoridades jurisdiccionales propiciarán la vinculación de las escuelas secundarias con el mundo de la producción y el trabajo". Así arranca el artículo 33 de la Ley Nacional de Educación (26.206) sancionada y promulgada por el ex presidente Néstor Kirchner allá por fines del 2006. En aquel entonces –y hasta ahora– que los alumnos de 5° año combinaran estudio y trabajo estaba bien visto. Sin embargo, esas prácticas formativas que reimpulsa el gobierno actual para ajustar las escuelas a los requerimientos del mercado laboral son duramente cuestionada por parte de los gremios docentes y algunos alumnos, que en rechazo impulsan tomas en varias instituciones educativas desde hace semanas. El nuevo esquema educativo en análisis, denominado "Secundario del Futuro", incluye dos años de ciclo básico, dos años de ciclo orientado y un quinto año que será "integrador y formativo más allá de la escuela". Así, el último año de escolaridad estará orientado al aprendizaje dentro de las empresas y al desarrollo de habilidades vinculadas al emprendedorismo. Pero los sindicatos que apoyaron en aquel entonces la nueva ley –hoy opositores a Cambiemos– rechazan la idea y sostienen que esas prácticas apuntaría a incluir en las compañías "mano de obra" flexible y barata. El artículo 33 que el kirchnerimso impulsó en su reforma educativa destaca además que "podrán realizar prácticas educativas en las escuelas, empresas, organismos estatales, organizaciones culturales y organizaciones de la sociedad civil, que permitan a los/as alumnos/as el manejo de tecnologías o brinden una experiencia adecuada a su formación y orientación vocacional". La normativa subraya también que "en todos los casos estas prácticas tendrán carácter educativo y no podrán generar ni reemplazar ningún vínculo contractual o relación laboral". Así, la ley actual permite –desde hace más de 10 años– que participen "de dichas actividades los alumnos de todas las modalidades y orientaciones de la Educación Secundaria, mayores de 16 años, durante el período lectivo, por un período no mayor a 6 meses, con el acompañamiento de docentes y/o autoridades pedagógicas designadas a tal fin". Incluso, un DNU (1374/2011) firmado por la entonces presidenta Cristina Kirchner reglamentó el Régimen General de Pasantías del Nivel de Educación Secundaria a nivel nacional. Allí, la norma define las pasantías y se especifica la cantidad de tiempo que los alumnos podrán dedicar a la incipiente inserción en el mundo laboral: "Las pasantías durarán un máximo de seis meses, tendrán una actividad máxima de 20 horas reloj semanales y como mínimo durarán 100 horas reloj. Deberán realizarse durante los últimos dos años de la formación secundaria y requerirán que el pasante mantenga su condición de alumno regular". Especialistas en educación consultados por Infobae coincidieron en que "un sistema de dualización de la educación, es decir tener una buena complementariedad entre educación y el pre tránsito laboral, que te entrene y acerque a la competencia y los haberes específicos del mundo del trabajo, son muy positivas en estos tiempos". También destacaron que este tipo de formación va llevando progresivamente a poder integrar la teoría con la práctica, incluso en niveles terciarios o universitarios como es el caso del médico, que hace su residencia, o el abogado que es meritorio en tribunales. "Tener una experiencia específica, acompañada y tutoriada, le da más empleabilidad a las personas", sostuvieron. Recordaron que en el caso de las escuelas técnicas y agrotécnicas, la vinculación de estas instituciones con el sector productivo se realiza desde antes de la ley 26.206 y las prácticas profesionalizantes están dentro de la currícula. Las prácticas formativas que propone el nuevo plan de estudios, sólo para el último cuatrimestre de quinto año, tienen como propósito presentar al estudiante el mundo del trabajo tal y como es. El modelo, probadamente exitoso, se implementa hace años en países como Finlandia o Alemania. Pero hoy, acá en Argentina, por una ideologizada discusión político-partidaria, hay 30 colegios tomados y miles de adolescentes sin clases. LEA MÁS: Cabezas tomadas ¿Y dónde está el adulto? Los destructores de la educación

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