ROMA. - El papa Francisco se refirió hoy a una posible mediación del Vaticano en Venezuela, pero solo si las dos partes en conflicto la solicitan, durante la tradicional conferencia de prensa durante el vuelo que lo trajo de regreso a Roma desde Emiratos Árabes Unidos. Lo hizo cuando le recordaron la exitosa mediación de Juan Pablo II entre la Argentina y Chile para evitar una guerra por el diferendo limítrofe del Beagle, en 1978, y le preguntaron si la Santa Sede estaba dispuesta a hacer lo mismo, sobre todo después de un pedido de ayuda lanzado por el presidente venezolano Nicolás Maduro -que le envió una carta- y considerando que su número dos y tres, el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado y su sustituto, Edgar Peña Parra, que es venezolano, conocen bien la situación. Francisco destacó la mediación entre la Argentina y Chile de Juan Pablo II como "un acto valiente, que evitó una guerra", según Vatican News, el portal de la Santa Sede. Pero puntualizó que "hay pequeños pasos" que deben darse ante semejante intervención y que "el último es la mediación". "Hay pequeños pasos de facilitador", que no sólo da el Vaticano, toda la diplomacia, que son resultado de "cercanía" entre unos y otros para trabajar en un posible diálogo. "Creo que desde la Secretaría de Estado podrán explicar todos los pasos que se pueden hacer", indicó. Confirmó, por otro lado, que antes del viaje a Emiratos Árabes Unidos se enteró que "a través del correo diplomático" llegaba una carta de Maduro. "Aún no la he leído. Veremos qué se puede hacer", agregó. Y, como hizo en otras oportunidades, subrayó que para que haya mediación es necesario que las dos partes la soliciten. "Para que se haga una mediación, el último paso, es necesaria la voluntad de ambas partes, ambas tienen que pedirla. Ese fue el caso de Argentina y Chile", dijo. Evocó, además, que la Santa Sede intentó facilitar un diálogo entre el régimen y Maduro, a fines de 2016, en una virtual mediación que terminó fracasando. "La Santa Sede fue parte del diálogo, con monseñor (Paul Emile) Tscherrig (ex nuncio en la Argentina) primero, y el monseñor (Claudio Maria) Celli (veterano diplomático del Vaticano)", recordó. Pero entonces el resultado fue un fracaso, admitió: "Se parió un ratoncito, nada, sólo humo", graficó. "Ahora no sé, esperaré la carta y veremos qué se puede hacer", reiteró, al insistir en que "la condición inicial es que ambas partes lo quieran, aludiendo a Maduro y al líder de la oposición y presidente del Parlamento que se proclamó presidente interino, Juan Guaidó. "Es como cuando la gente va al médico porque hay problemas entre marido y mujer. Ambas partes tienen que querer. Es una condición que tienen que querer, antes de pedir una facilitación, observación o mediación", insistió. Al regresar la semana pasada de Panamá, Francisco también habló de la crisis venezolana y evitó pronunciarse por un bando o por el otro, explicando que no era su rol y que temía empeorar las cosas y, sobre todo, "un derramamiento de sangre". En una rueda de prensa de 45 minutos, en la que se mostró muy entusiasmado con el primer viaje de un Pontífice a la península arábiga, cuna del Islam, Francisco también se refirió a un artículo de la edición de febrero la revista dedicada a mujeres de L'Osservatore Romano, Mujeres Iglesia Mundo, que denunció el escándalo de las monjas abusadas sexualmente por sacerdotes, que a veces incluso las obligan a abortar o desconocen sus hijos. Como desde el próximo 21 de febrero habrá una cumbre de obispos de todo el mundo sobre el escándalo de abusos sexuales contra menores, al Papa le preguntaron si puede esperarse que la Santa Sede actúe también en el frente de las monjas abusadas, preparando protocolos para que ya no ocurran. Francisco admitió que "es un problema", que englobó en el fenómeno del maltrato de las mujeres y los femicidios que arrecian en el mundo. "Yo diría que la humanidad aun no ha madurado. La mujer es de segunda clase. Un problema cultural, pero se llega al femicidio. Hay países donde el maltrato de las mujeres llega al femicidio", lamentó. Lo cierto es que reconoció que, "dentro de la Iglesia, es verdad, también se da, por parte del clero". "En algunas civilizaciones de manera más fuerte. No es algo que todos hagan, pero hay sacerdotes y obispos que lo hicieron y aún lo hacen", agregó. Aseguró, sin embargo, que el Vaticano está trabajando en este escándalo desde hace tiempo, reveló que comenzó a hacerlo durante el pontificado de su antecesor, Benedicto XVI y que "algunos sacerdotes han sido removidos por esto". "Yo no puedo decir 'en mi casa no ocurre'. Es verdad", admitió. "¿Tenemos que hacer aun más? Sí. ¿Tenemos la voluntad? Sí. Pero es un camino que viene de hace tiempo", destacó. "El folclore sobre Benedicto lo hace ver como que es más bueno que un pedazo de pan. Y es bueno, bueno, pero lo hacen parecer débil. Y de débil no tiene nada. Ha sido un hombre fuerte, consecuente", elogió. "Fue el quien comenzó con este tema y yo quiero seguir adelante", concluyó, determinado.
