En medio de un panorama tenso y una crisis institucional nunca antes vista en Venezuela, el chavismo y la oposición marchan este miércoles 23 de enero para conmemorar la caída de la última dictadura militar en ese país en 1958. La antesala de las marchas está marcada por fuertes protestas en Caracas y otras ciudades contra el gobierno de Nicolás Maduro y luego de que el titular de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, no reconocido por el Tribunal Supremo de Justicia, se adjudicara la presidencia de la República. En las recientes manifestaciones contra el gobierno, un adolescente de 16 años murió tras ser baleado, según informó la organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS). Restos de basura y troncos de árboles, vehículos desvalijados en la vía y decenas de cartuchos de gases lacrimógenos en el suelo evidenciaban los enfrentamientos. La violencia estalló el martes en las barriadas de la capital venezolana por segunda noche consecutiva en medio de temores de que las manifestaciones que convocó la oposición para el miércoles puedan agravar el caos. En el distrito de Catia, a unos cuantos kilómetros del palacio presidencial, algunos jóvenes prendieron fuego barricadas mientras gritaban consignas en contra de Maduro. Videos que circulan en redes sociales muestran a residentes de la ciudad de San Félix, al sur del país, cuando prendían fuego una estatua del expresidente Hugo Chávez, quien fundó la llamada “Revolución Bolivariana” y eligió a Maduro como su sucesor. Por muchos años, algunos barrios pobres de Caracas estuvieron alejados de las violentas protestas de los últimos años, pero el lunes esa tranquilidad se rompió. En el barrio La Pastora, un centro cultural nombrado en memoria de un joven líder socialista asesinado estaba entre las ruinas carbonizadas tras ser atacad. Funcionarios culpan a presuntos terroristas respaldados por el partido opositor Voluntad Popular. En la que fue su primera aparición pública tras los incidentes, Maduro dijo que Voluntad Popular está detrás de los ataques violentos del día de ayer. “Yo le pido a la Fiscalía General de la República, le pido a todos los órganos policiales del país que busquemos y metamos detrás de la cárcel y se enjuicie con el máximo pena", dijo el mandatario. Maduro además ordenó a la Cancillería que inicie “una revisión total, absoluta, de las relaciones” con Estados Unidos y “en las próximas horas tomemos decisiones de carácter político, diplomático, en defensa de la soberanía nacional”. El anuncio se produjo horas después que el vicepresidente estadounidense Mike Pence calificara a Maduro como “un dictador sin derecho legítimo al poder”. Pence aseguró que Estados Unidos se une a otras naciones “amantes de la libertad” al reconocer que la Asamblea Nacional es el “último vestigio de la democracia” en Venezuela. En abierto desafío al Tribunal Supremo de Justicia que declaró “nulas" las decisiones del Legislativo, los congresistas opositores aprobaron el martes un acuerdo para que Venezuela permanezca en la Organización de Estados Americano y declaró como “jurídicamente inexistente" el proceso que inició el año pasado Maduro para el retiro del organismo. Asimismo, el Congreso nombró al opositor Gustavo Tarre Briceño como representante de Venezuela en la OEA, designación que le corresponde al presidente del país. La Asamblea Nacional resolvió la semana pasado que Maduro está usurpando la presidencia y declaró “nulos” todos sus actos desde que asumió el 10 de enero para un controvertido segundo mandato. La escalada de la crisis ha generado preocupación entre algunos gobiernos de la región y la Unión Europea. Las cancillerías de España, Francia, Italia, Portugal y Países Bajos instaron el martes a la Alta Representante de la Unión Europea, Federica Mogherini, para que establezca el llamado Grupo de Contacto Internacional para establecer una mediación internacional en Venezuela.
En la previa a las marchas en Caracas, denuncian el asesinato de un adolescente en una protesta contra Maduro
El chavismo y la oposición se manifiestan en conmemoración a la caída de la última dictadura militar en ese país en 1958.